Los efectos sociales de la crisis en la red confederal de Acogida y Atención primaria de Cáritas se siguen sintiendo con intensidad, a la luz de los datos recogidos en el VI Informe del Observatorio de la Realidad que se ha hecho público la semana pasada en Madrid y en el que se constata que el número de respuestas ofrecidas en todo el país se ha disparado en los cuatro últimos años, al pasar de 400.000 personas atendidas en 2007 a 950.000 en 2010.
La gran mayoría de los casos atendidos son familias (74%), mientras que las personas solas representan la cuarta parte (24%).
Prueba de que la crisis sigue causando un grave impacto en los ciudadanos más vulnerables es el hecho de que del cerca del millón de personas atendidas por Cáritas en sus centros de Acogida, unas 300.000 acudieron por primera vez a Cáritas. Se trata, como ha explicado el secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, en la presentación del Informe, de “personas que han pasado de la vulnerabilidad a la pobreza o de la integración a la vulnerabilidad, afectadas principalmente por el paro creciente”.
De igual manera que se han multiplicado el número de personas atendidas, entre 2007 y 2010, Cáritas ha duplicado las inversiones anuales destinadas a ayudas económicas a las personas y familias que se entregan a través de los servicios de Acogida, hasta alcanzar la suma de 30 millones de euros.
Asimismo, se sigue constatando el peso, sobre el total de los fondos invertidos en este capítulo, de las cuantías destinadas a afrontar el pago de ayudas económicas destinadas a la alimentación y vivienda, junto a gastos médicos y suministros domésticos de diverso tipo.
Perfil de los demandantes de ayuda
El VI Informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas confirma que el perfil mayoritario de quienes que acuden en demanda de ayuda urgente es el de personas que han perdido su empleo como consecuencia la crisis, y que si en los primeros momentos de esta comenzaron siendo desempleados “recientes”, han pasado ahora a ser parados de “larga duración”.
En este sentido, cabe afirmar, como subrayó en la presentación Francisco Lorenzo, coordinador del Equipo de estudios de Cáritas, que “en 2010, además de asistir a la consolidación de las nuevas pobrezas que emergieron en los años 2008 y 2009, comienza a constatarse la «cronificación» de situaciones sociales de precariedad debido al largo período de permanencia en situación de desempleo”.
En la actualidad, los datos del Informe indican que la pérdida de empleo está afectando cada vez más a personas más formadas, con estudios y amplia experiencia laboral.
En el perfil de las personas atendidas por Cáritas destacan también el porcentaje de familias jóvenes, encabezadas por cónyuges de entre 20 y 40 años de edad, con uno o dos hijos pequeños, así como jóvenes desempleados en busca del primer empleo, los parados de más de 45 años y las mujeres solas con cargas familiares, generalmente no compartidas, y con problemas de conciliación entre vida familiar y laboral.
Estrategias de subsistencia
Otro aspecto destacable de este Informe es la confirmación de cómo las personas y familias están desarrollando diversas estrategias de subsistencia para afrontar los efectos de la crisis, como son, por este orden, el apoyo desde la familia, el trabajo en actividades de economía sumergida y la búsqueda de apoyo y ayuda en las organizaciones sociales.
Como ha indicado Sebastián Mora, “la crisis nos está cambiado profundamente la vida y está afectando a las estrategias de supervivencia, la manera de relacionarnos y vincularnos, la preeminencia de la familia como factor esencial en el afrontamiento de la pobreza o el papel de las relaciones vecinales”. “Esto demuestra una vez más que la crisis no es sólo económica sino una crisis antropológica que nos pone encima de la mesa la necesidad, como dice nuestra campaña institucional, de que las «cosas importantes se hacen con el corazón”, añadió.
Derivación desde los servicios sociales públicos
Otro dato aportado por el VI Informe, que ya se recogía en informe precedentes, es el fenómeno de derivación de personas hacia los centros de Cáritas desde los servicios sociales públicos. En concreto, el 67% de las personas que acuden a Cáritas vienen derivadas desde los servicios sociales públicos.
A este respecto, se señala que mientras el tiempo para concertar una primera cita o entrevista inicial en los servicios sociales públicos es, como media, de casi un mes (25,9 días), en los servicios de Acogida de Cáritas la espera para concertar una primera cita o entrevista inicial es, por término medio, de 4 días.
tro tanto sucede con las respuestas, ya que si el plazo de tramitación y gestión de las respuestas efectivas es de algo más de dos meses en los servicios sociales públicos (65,3 días), en Cáritas el tiempo medio entre la primera cita y la respuesta efectiva es de 7,3 días.
Con relación a esta labor de suplencia, el Informe recoge que el 87% de las Cáritas Diocesanas manifiesta que con su acción están supliendo a las Administraciones públicas a la hora de responder a muchas de las necesidades básicas de las personas excluidas.
Ante esta realidad, Sebastián Mora reiteró que “la acción de Cáritas no es, ni debe ser sustitutiva de las responsabilidades públicas”. “Cáritas –dijo- tienen una vocación y misión de trabajar desde los principios de solidaridad y subsidiariedad en un horizonte de complementariedad y cooperación con las Administraciones públicas, pero nunca de sustituir su labor. El papel de Cáritas no es sustituir a las Administraciones, sino trabajar conjuntamente con ellas y otras organizaciones sociales en la lucha contra la pobreza”.
Impacto de la crisis en la cohesión social
Durante la rueda de prensa se presentó también un breve resumen del informe FOESSA recientemente editado por Cáritas bajo el título “El primer impacto de la crisis en la cohesión social de España”, realizado por los profesores Miguel Laparra y Begoña Pérez Erasus, que complementa muchas de las constataciones del VI informe del Observatorio.
Este estudio se confirma, entre otros datos, cómo en sólo un año –de 2008 a 2009— en España se registró un crecimiento de la pobreza en más de 1,3 puntos, el porcentaje de hogares que no reciben ningún tipo de ingresos ha pasado en 2010 a una tasa del 2,7 por ciento (lo que supone una cifra de más de medio millón de hogares) y los índices de precariedad y exclusión social se disparan entre 2007 y 2009, con lo que la pobreza relativa en España alcanza ya a un 20,8 por ciento de la población (casi 10 millones de personas).
Los informes de Cáritas: veraces y apegados a la realidad
En la rueda de prensa, el Secretario general de Cáritas ha recordado que “lo esencial de nuestra realidad no son los números y las cifras, sino la vida de personas y familias que hay tras ellos”, Por ello, explicó, “nuestros informes son pálpito de la realidad porque hay vidas, dramas y gozos, tras ellos; por eso siempre son veraces, cercanos, claros y evidencian la realidad, y son además, informes responsables porque responden a la realidad y responden a las necesidades de los más pobres a los que damos acogida con el trabajo de 60.000 voluntarios y de 6.000 profesionales, que desde la ciencia y la conciencia, aportan lo mejor de sí”.
Sebastián Mora quiso dejar claro que “este informe no es una crítica a las diferentes Administraciones públicas, sino, sobre todo, una llamada profunda y serena a la responsabilidad de todas las instituciones, públicas y privadas; a todos los agentes sociales, culturales y económicos; a todas las organizaciones sociales o políticas, y a todas las personas para que nos comprometamos radicalmente en la lucha contra la pobreza”. “Todos y todas somos responsables y debemos aportar nuestro granito de arena, porque –afirmó- la situación que están sufriendo las personas y familias más empobrecidas nos reclaman mayor compromiso social”.
El secretario general de Cáritas concluyó su intervención con un “llamamiento a la participación y colaboración. La sociedad nos reclama mayor presencia y necesitamos colaboradores para la tarea, cada persona según sus posibilidades”.