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Reformas de viviendas: se impone un lavado de cara

Si el verano es tradición para las reformas en el hogar, este año apunta a que lo vaya a ser por partida doble. Así lo refleja la progresiva recuperación del mercado de las empresas dedicadas a las reformas en el hogar, el aumento de la oferta en este sector y el aumento de solicitudes de presupuestos, signo inequívoco del interés de los usuarios. Y es que en época de vacas flacas, más vale adecentar lo que uno tiene que aventurarse a comprar.
Crecimiento sostenido para los próximos dos años
La crisis inmobiliaria ha dado lugar a que numerosos profesionales de los que se surtían las constructoras (fontaneros, carpinteros, electricistas…) se dediquen ahora a realizar reformas en casas particulares. La pérdida de empleo en estos gremios ha provocado la ampliación de la oferta de estos servicios, además de disminuir sus costes hasta en un 20%, lo que sin lugar a dudas favorece al consumidor.

Pedir un crédito: a la orden del día
Por otra parte, el inaccesible acceso al crédito y el endurecimiento de las condiciones crediticias ha desplegado soluciones secundarias que pueden ser muy rentables y suponen una nueva manera de invertir en comodidad y confort: los préstamos para la reforma del hogar, que pueden oscilar entre 10.000 y 60.000 €. Esta opción está avalada por una oferta de productos específicos que un buen número de bancos y cajas de ahorros han decidido sumar a las modalidades crediticias.

Se trata de préstamos con los que se pueden financiar las reformas del hogar: acondicionamiento de la cocina y del baño, revestimiento del suelo, climatización y calefacción, cambio de ventanas, obras de carpintería, pintura, etc. Sin duda, es más económico que enfrentarse a un crédito hipotecario medio de entre 150.000 y 300.000 euros. Estos préstamos para reformar la vivienda se pueden solicitar por un importe desde 10.000 a 60.000 euros, con un plazo máximo de amortización que se eleva a los diez años. El tipo de interés medio que se aplica oscila entre el 7% y 9%, a lo que hay que añadir las comisiones de apertura y de amortización anticipada que contemplan algunos bancos y cajas, que puede aumentar la cuantía final que se va a desembolsar entre un 1% y 2,50%.

Por el contrario, otras entidades emisoras emplean la estrategia comercial de bonificar el crédito a quien contrate un producto con ellas, aunque la cantidad que se descuenta es mínima, nunca superior al 0,50%.

Además, debe tenerse en cuenta que el IRPF prevé una disminución en las retenciones por los gastos por reforma. Es recomendable, incluso, consultar sobre las numerosas ayudas que ofrecen los ayuntamientos e incluso el Ministerio de Vivienda para iniciar remodelaciones en casa. Factores todos que impulsan el sector de la construcción, que según ha declarado la Ministra de Vivienda en el acto de clausura el IV Congreso de Arquitectos celebrado en Valencia recientemente, supone la senda por la que va a caminar el sector del ladrillo en el futuro.

El coste de las reformas
La estimación general es que la reforma de un baño -la que más se demanda junto a la de las cocinas- cuesta alrededor de 4.000 euros si lo que se cambia son los sanitarios principales y los revestimientos. Por otra parte, reformar la cocina cuesta de media 4.500 euros. Habitualmente, los clientes optan por reformar la cocina y el baño porque así se puede considerar la vivienda reformada en un 70 %.

“Lo barato es caro”
Contratar a un profesional autónomo puede suponer un ahorro en el presupuesto, pero en estos casos los expertos recomiendan hacer bien las cuentas y no olvidar incluir en los costes los gastos de materiales, la tramitación de licencia de obra en el ayuntamiento correspondiente, o para el uso de contenedores en vía pública cuando sea necesario, etc. Si bien el usuario puede optar por varias alternativas de servicio, debe procurar siempre legalizar la contratación estableciendo, por escrito y con factura, la duración de la obra, la calidad y origen de los materiales utilizados, así como la garantía sobre el trabajo terminado.

Algunos profesionales relativizan la ventaja de contratar mano de obra barata aprovechando el parón laboral. Las advertencias a los clientes que deciden contratar únicamente a un profesional independiente por sus bajos costes sin estar registrado como autónomo ni en ninguna empresa están a la orden del día, y esto puede implicar contratar mano de obra no especializada, fallos en la garantía sobre el trabajo o dificultades por la falta de compromisos contractuales.

Eficiencia energética: con bonificación

Si los clientes de un crédito para la reforma del hogar lo van a destinar también a la mejora de la eficiencia de su vivienda, algunas entidades financieras contemplan la inclusión en este producto de bonificaciones en el tipo de interés que aplican en un primer momento, de modo que el usuario puede contratarlo bajo unas condiciones más ventajosas para sus intereses. Para obtener este descuento, al menos la mitad del presupuesto de la reforma debe corresponder a los siguientes conceptos: colocación de toldos, ventanas o aislamiento térmico en las paredes de la vivienda, e introducción de instalaciones energéticas renovables, de energía solar, eólicas domésticas o de biomasa doméstica.

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