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El precio de la vivienda seguirá cayendo hasta 2012

El ajuste de precios en el sector inmobiliario continuará, al menos, hasta el año 2012. Eso es lo que piensa el Banco de España, que en su último informe de proyecciones sobre la economía española retrasa la recuperación de precios hasta dentro de prácticamente dos años. En concreto, sostiene el Banco central que “se espera a lo largo del periodo de proyección [2010 y 2011] una continuación del perfil de caídas de esta variable”.

Esto quiere decir que la recuperación de la economía será tan lenta que el PIB descenderá este año (en media del periodo) un 0,4%. Y lo que es todavía más relevante, el año 2011 se cerrará con un aumento de la actividad de sólo el 0,8%, muy poco para reducir el desempleo. Pero  también para reconducir el déficit público, que según los expertos del Banco de España apenas se recortará. Para este año se prevé un desequilibrio de las cuentas públicas equivalente al 10,2% (frente al 11,2% de 2009), mientras que el año próximo culminaría con un déficit del conjunto de las administraciones públicas del 8,9%. El Gobierno ha previsto que ya ese año el déficit fiscal se situaría en el -7,5%, lejos de las previsiones del banco central.

Esto quiere decir que el objetivo de situar el déficit en el 3% a finales de 2013 se antoja altamente improbable, salvo nuevos recortes del gasto público o un súbito incremento de la recaudación, ya que eso significaría tener que recortar el desequilibrio en tres puntos del PIB  tanto en 2012 como en 2013. Y eso sólo puede lograrse con crecimientos económicos claramente superiores al 3%, lo que exigiría una salida en vertical de la crisis a nivel mundial, algo que hoy por hoy descartan los institutos de coyuntura.

Las diferencias entre las previsiones del Gobierno y del Banco de España son poco relevantes en cuanto a este año. Sí son importantes, por el contrario, en lo relacionado al año 2011, toda vez que la vicepresidenta Salgado ha estimado un crecimiento del 1,8%, frente al 0,8% del Banco de España.

El banco central achaca este bajo perfil de crecimiento a la persistencia de “condiciones desfavorables” en el mercado de trabajo, de forma que continuaría destruyéndose empleo, aunque a ritmos muy inferiores a los observados en 2009, mientras que la tasa de paro “registraría un pequeño aumento adicional en media anual”.

Además, sostiene, el dilatado ajuste de la inversión residencial no ha concluido aún, por lo que en 2010 continuará constituyendo “una rémora para el crecimiento, si bien en mucha menor medida en que lo fue en 2009”. Adicionalmente, “cabe esperar” que, en el presente ejercicio, prosiga el proceso de ajuste de la posición financiera de los agentes privados (familias y empresas), “dados los elevados niveles de deuda alcanzados”.  Y por último, dice el informe, “el deterioro de la calidad crediticia de algunos prestatarios, con el consiguiente aumento de las tasas de morosidad, condicionará la política crediticia de las entidades”.

El alivio de los tipos bajos

En cuanto a los tipos de interés, el Banco de España trabaja con la hipótesis de que sigan en niveles extremadamente bajos. En particular este año. El Euribor a tres meses se situará en el 0,8%, mientras que en 2011 subirá hasta el 1,6%. Es decir, que el aumento comenzará a materializarse el año próximo en coherencia con el despegue de las principales economías europeas, lo que significa que ese movimiento al alza le cogerá a España con el pie cambiado.

Como se ha dicho, el año próximo, si se cumplen las proyecciones, el PIB crecerá sólo un 0,8% en un contexto de subidas de tipos de y encarecimiento de los precios del crudo. Los tipos a largo se situarán en el 4,3%, mientras que el barril de crudo escalará hasta los 83 dólares, en un horizonte de depreciación del euro, lo que eleva la factura petrolífera.

Y todo ello en un contexto de estancamiento del gasto de las familias. En el escenario central se estima que el consumo privado crecerá este año sólo un 0,2%, tras la fuerte tasa de retroceso del pasado año. El comportamiento más favorable del principal componente de la demanda agregada se explica, fundamentalmente, “por la mejora de la confianza de los  hogares, cuyo profundo deterioro en 2009 condujo a que la tasa de ahorro alcanzara sus niveles históricos más elevados desde que la serie está disponible”.

No obstante, avanza el banco central, “la recuperación proyectada del consumo privado es modesta”, lo que responde a diversas causas, y en particular a que en 2010 la renta disponible de las familias en términos reales registrará un retroceso relativamente acusado.

En parte, esta disminución se debe a que el comportamiento del empleo continuará ejerciendo una contribución negativa al crecimiento de la renta, aunque sensiblemente inferior en valor absoluto a la observada en 2009. Además, otras fuentes de renta que habían contribuido al sostenimiento de los ingresos de los hogares en 2009 verán disminuida su aportación en 2010. Este es el caso de las rentas por intereses y, especialmente, de la contribución de las Administraciones Públicas a través de las prestaciones e impuestos.

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