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Más voces a favor del abaratamiento del despido

La introducción de «una nueva figura contractual común para las nuevas contrataciones, con un coste de despido inferior al del contrato indefinido actualmente en vigor, aumentaría la creación de empleo y reduciría la volatilidad del mercado laboral, tanto a corto como a largo plazo». Así se ha expresado el Banco de España en su Boletín Económico de marzo.

Para el Supervisor, España está obligada a superar la segmentación actual de la contratación, que abre una gran brecha entre los trabajadores indefinidos y los temporales, si quiere reducir la tasa media de paro.

Nuevo récord de paro

De igual modo, advierte -en contra de las estimaciones del Gobierno, que sostiene que a finales de este año comenzará a crearse empleo- que el paro seguirá creciendo tanto este año como el próximo, hasta situarse, respectivamente, en el 19,4% y el 19,7% de la población activa, en una nueva tasa récord en esta crisis.

El Banco de España concluye que la dualidad de la contratación «exacerba las fluctuaciones del empleo y el desempleo», con los costes sociales que ello conlleva, además de reducir la productividad.

Insiste también en que «las entradas y salidas del desempleo» desde que estalló la crisis «se produjeron fundamentalmente a través del empleo temporal», como demuestran las cifras: en cada trimestre, un 7,9% de los ocupados con contrato temporal pasaron a estar desempleados, frente al 0,9% de los ocupados con contrato fijo.

La reforma

Así, plantea la creación de un nuevo contrato único con un coste menor por despido, (45 días por año trabajado en caso de despido improcedente, con un tope de 42 mensualidades), aunque advierte que ello «no fundamenta, por sí solo, una propuesta elaborada y completa de reforma laboral», que debería incluir otros factores «importantes» como «los mecanismos de negociación salarial o las políticas activas de empleo».

La puntilla la asesta la institución al advertir que la pretensión del Ejecutivo de tratar de reducir la segmentación del mercado penalizando la contratación temporal, mientras que mantiene las condiciones actuales de la contratación indefinida, «perjudicaría de forma notable las perspectivas de recuperación del empleo».

La reacción del Ejecutivo

Por parte del Ejecutivo, la respuesta no se ha hecho esperar, y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha descartado de plano una reforma del mercado laboral que incluya el abaratamiento del despido y recordó que es en el seno del diálogo social donde se discuten tales temas, sobre los que el Ejecutivo ha dejado claro que no se «mermarán los derechos de los ciudadanos».

Idéntico mensaje enviaron los sindicatos. El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, reclamó al Banco de España que «deje de interferir en el diálogo social» y haga su trabajo, «que bastante tajo tiene con la reestructuración del sector financiero». Para Comisiones Obreras, el problema del empleo en España no tiene relación con las modalidades de contratación ni con la cuantía de la indemnización por despido.

Desde UGT, el secretario de Acción Sindical, Toni Ferrer, criticó la propuesta del supervisor subrayando que la nueva figura contractual que propone supondría extender el uso de la temporalidad injustificada como modalidad común de contrato, y pidió «menos fórmulas mágicas» para frenar el paro. Ferrer pidió a Fernández Ordóñez que deje de «cargar» contra el mercado laboral, ya que la solución a la crisis económica no pasa por abaratar el despido.

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