Noticias

La crisis inmobiliaria divide a Europa

Lejos de encontrar una directiva comĂșn, cada potencia se dedica a defender sus intereses.

Ante la complejidad de la crisis inmobiliaria, el mercado, sobre todo el financiero, manda. Esto es lo que se vislumbra tras las diversas reuniones que los gobiernos de las potencias europeas han mantenido hasta la fecha. Lejos de encontrar un plan sobre el que desarrollar una polĂ­tica comĂșn, los estados, con Sarkozy a la cabeza, se han dedicado a defender sus intereses, dando muestra de que la idea de una UniĂłn Europea nunca ha estado tan lejos de la realidad.  AsĂ­ lo recoge Su Vivienda, el suplemento inmobiliario del diario El Mundo, citando textualmente a NicolĂĄs Sarkozy, quien en su despedida de la Presidencia de la UE hizo un discurso defensor de las polĂ­ticas nacionales con estas palabras «no construiremos Europa contra los estados».

Tal y como recoge el Mundo en su artĂ­culo, de la base de que cada paĂ­s tiene sus particularidades inmobiliarias, resulta sorprendente la poca complicidad en polĂ­ticas sectoriales. Hasta el momento sĂłlo hay una conclusiĂłn: no hay una polĂ­tica comĂșn. La crisis inmobiliaria afecta, en diferentes grados, a casi toda Europa, especialmente por culpa de la falta de liquidez, pero cada gobierno ha emprendido su propia ‘lucha de tarifas’ contra ella.

Sin duda, el mercado britĂĄnico es el que mĂĄs sufre junto al español. AdemĂĄs, su sistema financiero ha dado muestras de ser mĂĄs frĂĄgil debido a su mayor vinculaciĂłn con Estados Unidos. Este mayor riesgo de quiebras ha obligado al Gobierno de Gordon Brown, a tomar medidas excepcionales: la Ășltima, la bajada del IVA.
La situaciĂłn de consumidores, promotores y profesionales en Reino Unido es angustiosa. La pĂ©rdida de valor de la vivienda crece al igual que la depreciaciĂłn de la libra esterlina frente al euro, y el futuro a corto plazo es todo menos halagĂŒeño. «Calculamos que el descenso de los precios podrĂ­a oscilar entre un 25% y un 30%», declarĂł el pasado lunes John Varley, consejero delegado de Barclays. Ante este panorama, el Gobierno britĂĄnico pretende activar la venta de inmuebles y ‘resucitar’ el mercado con polĂ­ticas fiscales que ayuden a los compradores.
Por su parte, Alemania vive una situación muy diferente. El sector considera que el Gobierno de la canciller Angela Merkel no tiene demasiado interés en apoyar la compraventa, sino en mantener frente al temporal la tradición del alquiler. La construcción de vivienda nueva no parece contar con un futuro muy atractivo, ya que se trata de un mercado muy desarrollado. Los analistas no esperan que se superen las 250.000 viviendas construidas al año, cifra muy pequeña si tenemos en cuenta que en España, tras una brutal caída, estån previstas 150.000 y Alemania tiene 40 millones de habitantes mås.
Si un Gobierno ha adquirido protagonismo en la crisis inmobiliaria ése es, sin duda, el de Nicolas Sarkozy, a pesar de que la situación en Francia es menos dramåtica que en otros países. El presidente francés aprueba un plan tras otro y la vivienda no se ha quedado atrås. Pese a mostrar sus reticencias, junto a Merkel, ante las propuestas del IVA de Brown, Sarkozy, días después, señaló la posibilidad de bajar dråsticamente el impuesto inmobiliario. De esa manera, el IVA de las nuevas viviendas pasaría del 19,6% hasta el 5,5%.
El paro preocupa mucho en Francia, su tasa podrĂ­a superar el 8% en los prĂłximos meses y el plan del Gobierno quiere evitar que la construcciĂłn deje de ‘desangrar’ las estadĂ­sticas, aunque sea con un intervenciĂłn directa del Estado. AdemĂĄs, Sarkozy desea convertir a la Compañía Caisse Nacional de Reassuarnace, denominaciĂłn de la aseguradora estatal, en garante de las empresas con problemas que necesiten lĂ­neas de crĂ©dito.

Deja un comentario