La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha abogado este martes por devolver al Estado las competencias de Justicia, Sanidad y Educación, «si España lo necesita», del mismo modo que opta por dejar en manos de los ayuntamientos los Transportes y los Servicios Sociales, todo ello para conseguir adelgazar la administración y ahorrar de 48.000 millones de euros, según sus cálculos.
«Si España lo necesita, las grandes competencias de las comunidades autónomas, desde luego la mía, la Sanidad, la Educación y la Justicia, pueden devolverse al Estado, y el resto, Transportes y Servicios Sociales, a los ayuntamientos«, ha asegurado en rueda de prensa posterior a la primera reunión que ha mantenido con Mariano Rajoy desde que es presidente del Gobierno.
Según sus cálculos, con estas modificaciones se conseguiría un ahorro de unos 48.000 millones de euros. «Nos quedaríamos sin empleo los políticos, pero ya buscaríamos», ha apostillado.
Desde su punto de vista, la Justicia «es un poder del Estado» que no tienen por qué compartirlo las comunidades autónomas. «Si todo lo que hacemos las comunidades autónomas, unas competencias fueran para arriba y otras para abajo, se podría prescindir de altos cargos, parlamentos regionales, conductores, asesores, jefes de protocolo, edificios, alquileres…», ha enumerado.
La jefa del Ejecutivo autonómico ha transmitido al presidente del Gobierno que es «vitalmente necesario adelgazar el Estado». «Tenemos que cortar radicalmente con las duplicaciones y triplicaciones de funciones que se producen en este momento. Hay que acabar con todo lo que sea superfluo para poder conservar y mejorar lo que es imprescindible», ha manifestado.
Entiende que hay que revisar «de raíz» el Estado autonómico porque «no ha servido para aquello para lo que se creó», que era «integrar a los partidos nacionales de Cataluña y el País Vasco». «Justamente, catalanes y vascos, cuando llegó el café para todos, se sintieron menos integrados», ha añadido. A su parecer, el modelo ha servido para «complicar y encarecer el funcionamiento de las autonomías».
En este ámbito, ha recordado que la crisis está siendo seguida por analistas de todo el mundo que ponen de manifiesto «el gasto excesivo que representan las 17 comunidades autónomas o miniestados». «Hay muchos de ellos que dicen que España no puede permitirse el lujo de mantener estos 17 entramados autonómicos», ha zanjado.
Para emprender esta reforma, considera que es «imprescindible» la colaboración con el PSOE y llegar a consensos de Estado para «rectificar los errores» que, a su entender, han conducido a España a la situación «tan grave» por la que pasa en estos momentos. «Siempre y cuando el PSOE vuelva a la senda de la socialdemocracia moderada europea y no sea el aliado constante de los más radicales comunistas», ha precisado.
«España necesita reformas»
Aguirre ha indicado que hay que ser «responsables los unos con los otros» y que no es «momento de quejarse para conseguir una posición preferente dentro de España». «Tenemos que comportarnos», ha dicho, «como una gran familia que está en un mal momento económico. Es el momento de pensar en España. Como la unión hace la fuerza, creo que la unión será la causa de la pujanza, la garantía de que saldremos de esta haciendo las reformas que España necesita en profundidad», ha sostenido.
La reunión, que ha durado cerca de una hora y 20 minutos y que fue solicitada por Aguirre a través de una misiva, ha estado centrada en la política nacional debido a la «difícil situación política y económica nacional» y porque, a juicio de la dirigente regional, no es tiempo de perderse en «cuestiones localistas ni de campanario».
En este contexto, Aguirre le ha explicado a Rajoy que entiende que no se pueda salir de la crisis ni equilibrar las cuentas si no se reduce «drásticamente el déficit» y se toman medidas «verdaderamente profundas», y ha opinado que los tiempos de crisis son buenos para acometer este tipo de cambios porque hay más comprensión «que en tiempos de bonanza».
Así, ha aseverado que hay que «dejar de sostener a todos los que pueden y deben sostenerse solos», como los partidos políticos, las patronales o los sindicatos, así como las rentas altas. «Por muy duro que sea, hay que comprender y aceptar que hay cosas que ya no se pueden subvencionar», ha matizado.