Ante esta situación, le ha pedido a Enrique Múgica que abra una actuación de oficio para analizar si las viviendas de los cuarteles abandonados se podrían destinar a vivienda social.
Adigsa, la empresa que administra el patrimonio inmobiliario del Institut Català del Sòl, organismo autónomo de la Generalitat de Catalunya, y la Dirección General de la Guardia Civil ya han mantenido conversaciones sobre la posibilidad de ceder los cuarteles y reutilizarlos como viviendas sociales para atender aquellas situaciones de riesgo de exclusión social derivada de la falta de vivienda.