Ante las acusaciones indirectas por parte del sector bancario, de haber permitido la existencia de cláusulas abusivas en los contratos hipotecarios, los notarios y registradores han recordado que «en el mercado hipotecario español se garantiza la seguridad en el tráfico jurídico mediante la participación tanto de un fedatario público (el notario) como de un registrador de la propiedad, que velan por que las cláusulas contenidas en los contratos y que son inscritas en el Registro de Propiedad respeten la legalidad vigente».
“El notario sólo puede controlar, según establece la normativa vigente, que no existan cláusulas abusivas declaradas como tal por la ley o por una sentencia firme que deberá estar inscrita en el Registro de Condiciones Generales de la Contratación”, explican desde el Consejo General del Notariado. “La declaración de si una cláusula es o no abusiva sólo puede ser efectuada, según la legislación vigente, por el juez”, añaden.
Según recoge el diario El Confidencial, la protección del usuario exige que se rescate el control preventivo de las cláusulas abusivas por parte de un funcionario que sea independiente. “El deber del notario es comprobar que la escritura se ha redactado conforme a la ley además de asegurarse de que la persona que va a firmar una hipoteca entiende todo lo que firma”, apuntan desde el colegio de notarios. “El notario debe explicar al cliente, por ejemplo, qué supone que una hipoteca contenga una cláusula de suelo o un interés de demora del 20%. Debe hacerte comprender lo que estás firmando. Pero, por sí mismo, no puede levantar la cláusula de un contrato porque a él le parezca abusiva. Sólo puede levantar de la escritura lo que un juez ha declarado que es abusivo y que ha sido inscrito en el registro de condiciones generales de contratación”.
También los registradores han mostrado un gran malestar ante las insinuaciones del sector financiero. “La protección del usuario exige que se rescate el control preventivo de las cláusulas abusivas por parte de un funcionario que sea independiente respecto de la parte fuerte de la contratación”, reclaman desde el Colegio de los Registradores. “Control que fue cercenado con motivo de la reforma de la Ley Hipotecaria del año 2007. El resultado ha sido el indiscriminado acceso al Registro de todo tipo de cláusulas abusivas”, lamentan. “La hipoteca no existe hasta que no está inscrita en el registro. Por tanto, la última instancia de control de la legalidad debe recaer en el registrador. Tenemos que recobrar el control que nos fue cercenado en 2007. Así se evitarían muchos de los litigios a los que nos estamos enfrentando en la actualidad”.