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El suelo en España: de apuesta segura a la más arriesgada

Casi una cuarta parte de los 320.000 millones de euros comprometidos por el sector en préstamos a promotores está respaldado por suelo, según estimaciones de «Goldman Sachs». Asimismo, «The Economist» subraya que el suelo representa en sí mismo alrededor de 70.000 millones de euros de los activos inmobiliarios incrustados en el balance de las entidades españolas, expuestas en más de 100.000 millones de euros a parcelas vacías, ya sea como propietarias o acreedoras. «La mayor preocupación para los bancos no es el exceso de vivienda, sino el suelo», advierte Carlos Ferrer-Bonsoms, de la consultora Jones Lang LaSalle.

«Durante la década del «boom» inmobiliario, el suelo era la «commodity» de moda», afirma la publicación, que recuerda cómo las autoridades municipales recalificaban cada vez más parcelas para su desarrollo urbanístico, otorgando de forma «desenfrenada» permisos de construcción a cambio de comisiones o un porcentaje de los terrenos.

Ahora, según advierte el semanario «The Economist», el precio del suelo está en el núcleo de los problemas del sistema financiero español ante el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, lo que a su vez convierte esta cuestión en capital para calcular cómo puede evolucionar la situación económica del país y, por lo tanto, en el conjunto de la eurozona, cuyo futuro depende en gran medida de que España supere sus dificultades sin exigir a sus socios europeos un rescate que supondría un esfuerzo muy superior al realizado con otras economías como la de Grecia.

Un «stock» que no cesa

Según Fernando Rodríguez y Rodríguez de Acuña, de la consultora RR de Acuña, existen unos 1,5 millones de viviendas sin vender en España, que necesitaría unos cinco años para digerir este stock, mientras advierte de que en los terrenos disponibles urbanizables se podrían llegar a construir otros 2,7 millones de viviendas adicionales.

En este sentido, Rodríguez de Acuña considera que las parcelas situadas en grandes ciudades como Madrid o en zonas costeras de primer nivel representan la mejor oportunidad, pero opina que alrededor de 1,45 millones de esa cifra potencial de viviendas no llegará a construirse al menos hasta después de 2020 o quizás nunca, debido al escaso atractivo de su localización.

Los «Fondos buitre» esperan mejor oportunidad

Por otra parte, la revista advierte de que las opciones de las entidades para desprenderse de estos terrenos son poco interesantes y las transacciones de suelo en 2010 sumaron apenas 4.000 millones, frente a los 23.000 millones de 2004.  «Los fondos buitre están deseando comprar, pero buscan grandes descuentos y muchas entidades han trasladado este suelo a sus cuentas a precios elevados y se muestran remisas a vender con importantes pérdidas», señala ‘The Economist.

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