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El Gobierno propone limitar el déficit en la Constitución

La vicepresidenta para Asuntos Económicos, Elena Salgado, ha asegurado que la propuesta del Gobierno español de limitar el déficit en la Constitución es una decisión «autónoma», a la que «no le ha obligado a nadie», y ha subrayado que esta medida dará tranquilidad a los inversores.

Salgado, en declaraciones con la cadena SER recogidas por Europa Press, ha insistido en que se trata de una medida «acertada», que contribuirá a serenar los mercados. «Nosotros emitimos deuda a 15, a 20, a 30 años y nuestros inversores tienen que saber que los requisitos de estabilidad presupuestaria y los requisitos de que vamos siempre a atender las obligaciones de la deuda pública y a evitar que esa deuda pública crezca de manera exagerada están en el máximo nivel de nuestra legislación, es decir, en la Constitución«, ha señalado.

Salgado, que ha celebrado que el PP haya aceptado la propuesta pese a haber «denostado» la Ley de Estabilidad Presupuestaria, «germen» de esta reforma constitucional, ha indicado que España no está obligada por Alemania y Francia a hacer algo así y ha recordado que Alemania ya lo hizo y que Francia e Italia también lo van a hacer. «Los grandes países de la UE debemos estar en la vanguardia de la estabilidad presupuestaria», ha destacado.

Preguntada por los motivos que han llevado al Gobierno a hacer ahora esta propuesta, Salgado ha recordado que las ideas básicas ya estaban en la Ley de Estabilidad Presupuestaria de 2006, pero que, desde entonces, se ha producido una crisis y un mayor endeudamiento. «Tenemos que dar más pasos (…) y ahora era el momento de dar esa señal», ha dicho.

La vicepresidenta para Asuntos Económicos ha negado que la propuesta del Gobierno de limitar en la Constitución el déficit sea la misma que hizo en su día el presidente del PP, Mariano Rajoy, pues el líder de la oposición no hablaba de déficit estructural y el Ejecutivo de Zapatero sí.

Una reforma «flexible y equilibrada»

Salgado ha calificado la propuesta de «flexible y equilibrada», pues la idea es que la Constitución recoja que en situaciones de crecimiento económico normal (entre el 2% y el 3% para la economía española), el déficit debe ser «cero», con presupuestos en superávit si se supera el 3%, pero con la posibilidad de incurrir en un pequeño déficit si el crecimiento es inferior al 2%.

«Cuando la situación de crecimiento sea la normal de nuestra economía, la Constitución nos va a decir que los presupuestos tienen que liquidarse sin déficit o con un déficit muy pequeño, pero también esa misma Constitución nos va a permitir la flexibilidad de que cuando haya una situación de crisis económica grave o cuando haya un desastre natural puedan liquidarse los presupuestos con déficit«, ha explicado.

Sobre cuál será ese «pequeño déficit» que podrá permitirse, Salgado ha recordado que existen ya algunas referencias, como la alemana, que establece un déficit tope del 0,35% y, aunque ha asegurado que no tiene por qué ser el mismo, ha indicado que el Gobierno negociará con los Grupos Parlamentarios a partir de unos parámetros cercanos a los estándares alemanes.

La ministra de Economía ha precisado que el déficit de cada año tendrá que calcularse de acuerdo con el crecimiento económico de ese año. «Por decirlo de otra manera, cada año tendremos que determinar, de acuerdo con una metodología europea, en qué punto del ciclo económico nos encontramos. Si estamos en un punto bajo del ciclo, podremos tener déficit, y si estamos en un punto alto, no deberemos tener déficit», ha explicado.

Salgado ha indicado que aunque esta reforma de la Constitución se haga ahora, se fijará la fecha de 2018 o 2020 como el momento en el que el déficit estructural deba ser limitado. «Partimos de una situación de desequilibrio muy importante y se necesitan unos años para llegar al equilibrio estructural», ha añadido.

La vicepresidenta ha asegurado que las excepciones incluidas en la norma permitirán que el déficit sea mayor, pero cuando esto sea así, habrá que reconducirlo hacia la normalidad «en un plazo razonable». «Lo otro sería atarse de manos y no poder estimular la economía ni atender a los más necesitados en una situación de grave recesión económica como la que estamos viviendo», ha apuntado.

La reforma constitucional atenderá también al criterio de volumen de deuda pública para evitar que no crezca demasiado. «Lo razonable es establecer que la deuda pública, en su volumen, tendrá que estar de acuerdo con lo que en cada momento se establezca en el nivel europeo como criterio de convergencia», ha afirmado Salgado, que ha negado que se vaya a poner un límite absoluto a la deuda o un porcentaje en la Constitución.

Preguntada por si ha costado convencer al PP y al candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, de la necesidad de esta reforma, la vicepresidenta económica ha asegurado que «no ha sido difícil». «Rubalcaba es un completo defensor de la estabilidad económica y ha tenido que debatir en muchas ocasiones con el PP sobre esto (…). Seguramente es una buena noticia que el señor Rajoy se apunte a esta reforma constitucional», ha subrayado.

Sobre la reacción de la Generalitat de Cataluña de rechazar esta reforma, Salgado se ha mostrado convencida de que acabará por apoyarla cuando conozca la propuesta del Gobierno y vea que hay flexibilidad en situaciones de crisis y de desastres naturales y que no se está hablando de limitar la autonomía financiera de las comunidades autónomas.

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