El pinchazo de la ‘burbuja’ inmobiliaria, la caída del consumo y las malas perspectivas económicas provocan que las firmas de capital riesgo se alejen del mercado español, que hasta hace poco había sido uno de los mercados con mayor actividad de compras apalancadas o con financiación ajena, según informa el diario The Wall Street Journal, que cita datos de la firma Dealogic, y cuya información recoge Europa Press.
En concreto, la pérdida de atractivo de España para las firmas de capital riesgo se refleja en el desplome experimentado en las inversiones de este tipo de firmas, que suma 183 millones de dólares (127 millones de euros) este año, situándose en el puesto once entre los países europeos, frente a la quinta posición ocupada en 2007 y 2008, cuando la inversión de las firmas de capital riesgo se elevó a 6.860 y 3.150 millones de dólares (4.757 y 2.185 millones de euros), respectivamente.
Asimismo, el periódico apunta que al mismo tiempo que se ha producido esta caída de las inversiones, las operaciones de compra con apalancamiento desarrolladas en los últimos años se han visto «amargadas» por el agravamiento de la recesión, según admiten fuentes del sector financiero.
Por otro lado, las perspectivas económicas del consenso de analistas y de las instituciones internacionales pronostican que España regresará a la senda del crecimiento más tarde y de manera más débil que el resto de países de la zona euro, debido a sus particulares problemas con el mercado laboral e inmobiliario.
«La economía española se está hundiendo con rapidez y será más pobre en comparación con otros países», dijo Jaime Hernández Soto, co-fundador y socio de la firma MCH Private Equity y presidente de la asociación de firmas de capital riesgo Ascri. «Hay que ser cuidadoso con las compras que llevas a cabo ahora porque muchas compañías deberán reducir su tamaño como reflejo de una economía más modesta».
Las firmas de capital riesgo compran empresas para reestructuralos e incrementar su rentabilidad por lo que el debilitamiento de la economía española y el hundimiento de la actividad no atraerá a este tipo de entidades al mercado, incluso aúnque pudieran encontrar ‘gangas’.
No obstante, Hernández Soto auguró que la actividad repuntará ligeramente en la segunda parte del año y en 2010, aunque consideró improbable que vuelvan a registrarse en el corto plazo los niveles de antaño.
Por otro lado, el diario recuerda que antes del colapso del mercado inmobiliario el sector de la construcción era uno de los principales motores de crecimiento de la economía española y un objetivo primordial para las firmas de capital riesgo. Sin embargo, este año no se han producido operaciones en el sector.
«Los economistas estiman en un millón las viviendas sin vender en España, prácticamente la misma cantidad que en EEUU, aunque España tiene seis veces menos población», señala el periódico.
Las firmas de capital riesgo no invirtieron directamente en la contrucción de viviendas en España, pero se convirtieron en grandes apoyos de las empresas de servicios a la construcción y de otras empresas manufactureras de productos muy sensibles al pinchazo de la construcción. «Algunos fondos invirtieron en el sector de la construcción un poco tarde y ahora lo están pasando mal», dijo Hernández Soto.