La riqueza financiera neta de las familias, que es la diferencia entre los ahorros y los préstamos concedidos, marcó en junio de este año un récord histórico tras elevarse a 1,111 billones de euros, su mayor volumen desde que hay registros, en diciembre de 1980.
Según los datos facilitados por el Banco de España, en un año la riqueza neta de los hogares españoles ha crecido un 31%; al concluir 2013, este indicador superó, por primera vez desde 2006, el billón de euros.
Este indicador no supone exactamente que los españoles sean hoy más ricos que hace un año, sino que refleja que la caída del crédito y el menor endeudamiento de las familias hace que la diferencia entre ahorros y préstamos se haya incrementado en los últimos doce meses, en línea con la tendencia de los últimos años.
Los activos financieros de los hogares españoles -dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- se elevaban entre enero y junio de este año hasta 1,946 billones de euros, en tanto que los pasivos, o deudas acumuladas por las familias, alcanzaron 835.706 millones de euros.
La mayor parte de la riqueza financiera de las familias corresponde a efectivo y depósitos, 862.160 millones de euros; esta cantidad prácticamente iguala a la de hace un año, en el primer semestre de 2013 (863.034). En acciones y otro tipo de participaciones, los españoles conservaban 680.199 millones de euros.
Por lo que respecta al pasivo, o las deudas que acumulan los españoles con las entidades financieras, al cierre de junio se habían reducido hasta 835.706 millones de euros, su nivel más bajo desde septiembre de 2006 y un 5 % por debajo de las que acumulaban hace un año.
Los préstamos a largo plazo representaban el 88,7% del total con 741.500 millones de euros, en tanto que a corto plazo el volumen alcanzado era de 33.745 millones de euros.