Los promotores inmobiliarios han pedido la participación del sector en la gestión del «banco malo», aludiendo a que son éstos los que realmente conocen el valor de los activos que va a aglutinar la nueva entidad. A ello se ha referido el presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE), José Manuel Galindo, quien ha asegurado que contar con los promotores será «fundamental» en la gestión de la nueva entidad que se encargará de englobar los activos problemáticos de las tres entidades nacionalizadas, Bankia, CatalunyaCaixa y Novacaixagalicia.
«El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) o quien vaya a tener el mandato sobre esos activos, debe aumentar todo lo posible la capacidad de gestión», ha señalado. Para Galindo, la mayor o menor eficacia del banco malo dependerá de cómo se gestione, «por ello debe apoyarse en el sector inmobiliario».
Además, el presidente de la patronal de promotores cree que los precios de los activos que vaya a comercializar el nuevo ente también estarán ligados a la gestión que tenga. «El comportamiento de los activos inmobiliarios depende de su calidad», ha afirmado Galindo, para quien los ajustes de precios dependen de qué activo sea y dónde esté.
APCE entiende que el objetivo de la Sociedad de Gestión de Activos Inmobiliarios será dar salida a los activos tóxicos de las entidades nacionalizadas «lo más rápido posible y sin que pierdan mucho valor, pues al final son bienes del Estado, y si bajan mucho los precios, pierde todo el país».
Así, Galindo ha subrayado que no hay que forzar una liquidación de estos activos, «ya que si se hace así, acabarían perdiendo todo su valor de mercado».
Además, la patronal promotora ha sugerido que se acompañe esta venta con apoyo crediticio, «pues si no te financian una hipoteca, no puedes comprar una casa».
José Manuel Galindo piensa que no hay otra solución para sanear el sistema bancario que crear el «banco malo», «algo que APCE ya pidió hace tres años, por lo que considera que llega tarde, aunque ahora ya no queda otra».
Para la asociación, esta entidad debería haberse planteado «mucho antes, pues con ella se habría evitado que los activos inmobiliarios perdiesen tanto valor». «Ahora ya es ineludible, pues es una de las condiciones que impone Bruselas para conceder la ayuda a la banca», ha recordado Galindo.
Por otra parte, el presidente de la patronal inmobiliaria no cree que haya un periodo de tiempo determinado para que se puedan vender todos los activos que va a aglutinar el «banco malo», «pues no es lo mismo la vivienda acabada que el suelo sin urbanizar».
En su opinión, algunos activos tardarán diez años en venderse «y otros se pondrán sacar al mercado dentro de un año». No obstante, APCE ha destacado que lo primero que tiene que hacer el «banco malo» es estructurarlos para después darles la salida correspondiente a cada uno.
«Al final, todo dependerá de cómo se gestione y de cómo se quieran vender esos activos», ha insistido Galindo, quien ha abogado por esperar a que se conozca con detalle cómo va a funcionar el banco malo.