Economía

Previsiones de ventas y precios en el mercado inmobiliario

El impacto de la crisis del coronavirus en el mercado inmobiliario es notable desde los primeros momentos de decretarse el estado de alarma. Los efectos del covid-19 en la actividad de este sector se pusieron de manifiesto cuando se paralizaron las visitas a los inmuebles, así como durante las semanas que se paralizaron los trabajos en la construcción

La  crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus, se trasladó rápidamente a la actividad económica de todo el país y en el caso del mercado inmobiliario, no fue menos. De ahí que, el Banco de España prevé un «impacto significativo» de la crisis sanitaria en el mercado inmobiliario. Detecta «ajustes a la baja» al menos en el corto plazo, según asegura la institución en su Informe de Estabilidad Financiera de primavera.

El organismo señala que, antes de la «perturbación» que ha supuesto la crisis sanitaria del covid-19, el mercado inmobiliario se encontraba en una fase de desaceleración. Tanto en términos de actividad y transacciones, como de precios. Todo ello, tras la «notable expansión» de los años anteriores.

Previsiones

Así, subraya que las compraventas se contrajeron en 2019 en el segmento tanto de obra nueva como, en mayor medida, en el de vivienda usada. Por su parte, el crecimiento del precio medio de la vivienda se moderó, manteniéndose una «elevada heterogeneidad geográfica».

Además argumenta que, a diferencia de la situación anterior a la última crisis, «a finales de 2019 no se observaban desequilibrios importantes en el mercado de la vivienda, ni en términos de cantidades ni de precios».

La declaración del estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus no implicó, en un primer momento, el cese de la actividad en el sector de la construcción, aunque ésta sí se detuvo entre el 29 de marzo y el 9 de abril por la suspensión de las actividades económicas no esenciales.

Búsqueda de vivienda

En todo caso, el Banco de España advierte de que el confinamiento de la población y la dificultad para llevar a término algunas de las tareas asociadas al proceso de compraventa de viviendas «habrían tenido un impacto muy significativo en la demanda».

Para justificar esta afirmación, la institución pone como ejemplo los indicadores basados en las búsquedas en Internet, de términos relacionados con el sector inmobiliario, en los que se muestran «una intensa caída».

Recuperación

En opinión del Banco de España, el grado de recuperación de la actividad en el mercado inmobiliario, una vez finalice la crisis sanitaria, «dependerá de hasta qué punto los efectos económicos y financieros de esta perturbación sean más o menos persistentes».

De cualquier modo, afirma que la ausencia de desequilibrios importantes en el mercado inmobiliario, en términos de precios y cantidades antes del estallido de la crisis sanitaria, «mitiga el alcance de los posibles riesgos para la estabilidad económica y financiera».

«A diferencia de lo que ocurrió cuando estalló la crisis iniciada en 2008, en esta ocasión el sector no parece sobredimensionado. El endeudamiento vinculado con la actividad inmobiliaria y la financiación a los hogares para adquisición de vivienda se estaban contrayendo. Aunque representa, todavía, una fracción significativa del crédito bancario al sector privado y no existían indicios generalizados de sobrevaloración de la vivienda», expone.

Al mismo tiempo, recuerda que el peso en la concesión de hipotecas de operaciones con un alto apalancamiento ha sido mucho más reducido en el periodo posterior a 2008 y que los préstamos hipotecarios que sobrevivieron a la crisis financiera internacional tienen unas condiciones de financiación que, en general, «se pueden calificar de prudentes y se encuentran más próximos a su vencimiento».

«La evidencia empírica disponible muestra que esto reduce sustancialmente la probabilidad de morosidad cuando se produce una caída de la renta del acreditado», concluye.