En tiempo de crisis, muchas empresas echan a volar su imaginación con vistas a ahorrar costes y aumentar la productividad. Una de las alternativas novedosas que ya se otean en el horizonte y que muchas empresas han puesto en marcha es la de comprar vacaciones no pagadas. Lo que cuesta cada día de vacaciones solicitado se distribuye sobre las pagas del año. En algunas empresas se puede comprar hasta 10 dias de vacaciones al año aparte de los 22 laborables, lo cual está bien si se necesitan más dias libres al año y la empresa ahorra dinero.
El Programa de Conciliación «Somos Más» del Grupo SM, además de la suma de dos semanas al permiso de maternidad, la reducción de jornada por cuidado de familiares con reserva de puesto, etc., propone la compra de vacaciones a cambio de salario sin afectar a la cotización de la seguridad social.
En crisis, opción u obligación
En la otra parte están las empresas que obligan a cogerse vacaciones. Un claro ejemplo es Iberia, quien pensó, aunque finalmente no lo llevó a cabo, mandar un mes a casa a los trabajadores indefinidos para ahorrar costes, pero en este caso no sería sin sueldo, sino con una reducción. La misma medida la han adoptado HP y Prisa.
La empresa siderúrgica Arcelor también ha propuesto a los sindicatos adelantar las vacaciones de verano en 15 días en algunas instalaciones para conseguir rebajar los efectos del expediente de regulación de empleo (ERE) que la multinacional aplicará en sus plantas asturianas. El número de posibles afectados es de 6.300 trabajadores.
Otras medidas anticrisis
Otras opciones puestas de moda por las empresas para reducir costes y asegurar la rentabilidad son el fomento del teletrabajo, la reducción de salarios, la reducción de jornada, las prejubilaciones, los cobros en especie, las bajas incentivadas, las excedencias, contratación de servicios externos, etc.
1. Fomento del teletrabajo: cada vez más personas optan por el teletrabajo y las mujeres son el grupo que más se acoge a esta modalidad. Con esta opción, se suele pactar que el trabajador acuda dos o tres veces por semana al centro laboral o sencillamente que todas las funciones laborales se desarrollen gracias a las tecnologías de la comunicación. Las ventajas para las empresas son claras: reducen costes en espacio y gastos corrientes (luz, agua, etc.), pueden contratar a los mejores para desempeñar un puesto de trabajo sin importar su lugar de residencia, se reduce el absentismo laboral y los accidentes durante el traslado al trabajo. Para los empleados, la ventaja está en la mayor compatibilidad entre la vida personal y la vida laboral, además de que permite la incorporación al mercado laboral de discapacitados, personas con cargas familiares o que vivan lejos del lugar de trabajo.
2. Reducción de salarios: por ejemplo Caixa Catalunya llegó a un acuerdo con el sindicato CCOO para crear 1.000 puestos de trabajo fijos netos hasta el año 2010, con el objetivo de poder llevar a cabo el plan de expansión de la entidad financiera, pero de manera que los nuevos empleados cobrarían menos que los actuales durante los tres primeros años. Los empleados cobrarán un 15% menos durante el primer año, un 10% menos en el segundo año y un 5% en el tercero, mientras que en el cuarto se lograría la equiparación total. Sólo así podrán crearse puestos fijos, que escasean tanto en estos momentos.
3. Reducción de jornada: por ejemplo, la propuesta formulada por BBVA a sus trabajadores consiste en una reducción de jornada con varias posibilidades: trabajar cinco días a la semana durante cinco horas o hacer una semana reducida de cuatro días. La reducción de la retribución será proporcional a la reducción de jornada.
4. Prejubilaciones: Telefónica abrió la caja de Pandora al anunciar su intención de prejubilar a trabajadores a partir de 48 años. A partir de entonces el Gobierno, palabras de su ministro de Trabajo Celestino Corbacho, quiere limitar la edad y las condiciones con las que una empresa puede ofrecer prejubilaciones a sus trabajadores.
5. Cobros en especie o pagar con dinero virtual. Los empleados pueden disponer de un porcentaje de la empresa en forma de bonificaciones u opciones de compra. Con estas medidas se consigue además implicar al empleado en el proyecto, hacer que se sienta un socio más, que se mantenga fiel a la compañía y de paso, ahorrarse un dinero en sueldos.
6. Bajas incentivadas: la dirección de Nissan Motor Ibérica ha recibido alrededor de 600 solicitudes de trabajadores para aceptar las condiciones de un plan de bajas incentivadas por miedo a ser uno de los afectadores por un ERE. Otro ejemplo es el del BBVA que propuso el 1 de junio que sus empleados se acogieran a las bajas voluntarias, ya que esta solución es más económica para la empresa que prejubilar a sus trabajadores.
7. Excedencias: BBVA da a sus trabajadores la posibiliad de disponer de un periodo de 3 a 5 años para proyectos personales o profesionales, con el retorno automático garantizado. El Programa de Conciliación ‘Somos Más’ del Grupo SM permite acogerse a una posible excedencia de un año para participar en una causa solidaria.
8. Contratación de servicios externos: la externalización de servicios o «outsourcing» se ha triplicado en el último año debido a la crisis económica, de forma que mientras el año pasado únicamente un 12% de las empresas recurría a esta fórmula, para el presente ejercicio se espera una demanda del 33,1%. Consiste en delegar la gestión de ciertas actividades a empresas de servicios, que aportan los medios técnicos y humanos necesarios para realizar las tareas para las que han sido subcontratados. Las ventajas para las empresas son la optimización de costes y la mejora de la productividad.