Mariano Rajoy ha destacado que la bajada del paro registrado es la mayor en un mes de mayo de toda la serie histórica y, además, se trata del décimo mes consecutivo en el que el desempleo se reduce en términos desestacionalizados. En su intervención en unas jornadas organizadas por el semanario ‘The Economist’, el jefe del Ejecutivo ha remarcado igualmente que hay 318.543 parados menos que hace un año.
En cuanto a las afiliaciones a la Seguridad Social, Rajoy ha indicado que en mayo se produjo la mayor subida de la serie histórica, exceptuando el año 2005, cuando el Gobierno llevó a cabo una regularización de inmigrantes. De este modo, hay 261.361 afiliados más que en mayo de 2013 y es el cuarto mes consecutivo desde que comenzó la crisis en que se registra una tasa anual positiva de variación de la afiliación media, ha apuntado el presidente.
Rajoy ha asegurado que estos datos «positivos» muestran un «cambio claro de tendencia» y «corroboran la recuperación del empleo», pero ha añadido que esto no es suficiente: «Todavía hay muchas personas que no pueden encontrar un puesto de trabajo y, por tanto, la obligación del Gobierno es mantener la tensión, mantener la política de reformas y seguir trabajando en la misma dirección».
El jefe del Ejecutivo ha defendido que «la situación ha dado la vuelta» en los últimos doce meses: «El lema de estas jornadas es ‘Acelerando la vuelta al crecimiento’ y puedo confirmar que la economía española está pisando el acelerador de la vuelta al crecimiento». Un cambio, ha añadido, que confirman instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional y las agencias de calificación.
A juicio del presidente, «la recuperación en España se asienta sobre unas bases sólidas» gracias a que se están corrigiendo los desequilibrios económicos. Rajoy ha afirmado que el déficit público está «en vías de corrección» y que el Gobierno «se ha fijado como objetivo este año ir un poco más allá de nuestros compromisos y finalizar el ejercicio de 2014 con una cifra de déficit del 5,5%, frente al 5,8% previsto anteriormente».
El reto más importante ahora, ha dicho Rajoy, es «crecer con más intensidad, con más velocidad y con mayor capacidad de generación de puestos de trabajo». En este sentido, ha recordado que el Consejo de Ministros aprobará este viernes un Plan de Medidas para el Crecimiento, la Competitividad y la Eficiencia que movilizará recursos por más de 6.000 millones de euros. Se va a financiar, fundamentalmente, mediante una reordenación de los fondos europeos y de gastos ya previstos en los Presupuestos y desde el propio sector privado.
Sólo habrá un aumento de gasto en el Plan PIVE, y se trata de una cantidad menor, treinta o cuarenta millones de euros, según el presidente, por lo que es «perfectamente compatible con mantener los compromisos de consolidación fiscal».
El presidente ha anunciado también que la reforma fiscal, que se va a aprobar probablemente en el Consejo de Ministros del día 13 o, «a lo más tardar», en el del día 20, supondrá bajar el IRPF y simplificar los tramos, reducir el impuesto de Sociedades del 30 al 25% y no subir el IVA.
La reforma, ha especificado, no va a surtir efectos de golpe en un año, sino a lo largo de varios ejercicios, pero «ya el año que viene habrá una rebaja sustancial tanto en el Impuesto de la Renta como en el de Sociedades».
Además, el Ejecutivo ultima otras medidas relacionadas con el mercado laboral, como la puesta en marcha del Portal único de empleo o la reforma del sistema de formación para el empleo.
Rajoy ha sostenido que «las actuaciones en el ámbito nacional son necesarias, pero no suficientes», ya que «formamos parte de la zona euro y, por ello, hay áreas en las que la responsabilidad recae directamente sobre la Unión Europea».
En esa línea, ha defendido la eliminación de las barreras internas en áreas como la energía o los servicios, así como la firma de tratados de libre comercio, especialmente con Estados Unidos. Además, ha abogado por continuar con el proceso de integración comunitaria para que abarque los ámbitos financiero, presupuestario, económico y político, por ejemplo, con la creación de una deuda pública común.
«Creo que la misma intensidad y la misma determinación que hemos puesto para superar esta crisis debemos ponerla para defender el proyecto europeo y para defender las medidas que nos permitan volver a un crecimiento sólido y sostenido en todo el continente. Ese será, sin duda, el mejor antídoto contra los eurófobos y la mejor manera de devolver a nuestros ciudadanos la fe en este gran proyecto», ha manifestado.
En una entrevista al presidente tras su intervención, respecto a si el Gobierno acometerá futuras privatizaciones, Rajoy ha comentado que en España queda muy poco por privatizar, a diferencia de lo que ocurre en algunos países de la Unión Europea donde es pública «casi hasta su compañía aérea o su sector eléctrico». No obstante, ha anunciado que el Ejecutivo va a poner en marcha la privatización del sector ferroviario en lo relativo al transporte de pasajeros, pues el de mercancías ya lo está, y además está estudiando y analizando la privatización de AENA.