Los inspectores de la troika (formada por la Comisión, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)) inician este lunes su segunda semana de visita a Madrid con reuniones con las autoridades españolas tras haber dedicado la semana anterior a entrevistas con responsables de los principales bancos del país.
Los expertos mantendrán encuentros con representantes del Gobierno y del Banco de España, con asociaciones de la industria bancaria y con analistas, según han informado fuentes europeas.
Las conclusiones preliminares de esta cuarta misión de la troika, cuyo objetivo es verificar si España cumple las condiciones exigidas por la UE a cambio del rescate bancario de hasta 100.000 millones de euros y examinar la situación de las entidades financieras, se publicarán previsiblemente el 30 de septiembre.
El informe definitivo de los inspectores servirá como base para decidir si se prorroga o no el rescate bancario, que expira a finales de año. La decisión se adoptará en el Eurogrupo del 15 de noviembre. El Gobierno español se opone a cualquier tipo de ampliación, que permitiría usar los 60.000 millones del rescate que no se han consumido más adelante si se detectan nuevas necesidades de capital, y alega que no tiene problemas para financiarse en el mercado.
El vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, sugirió por primera vez la semana pasada que es probable que España no necesite ninguna prórroga. «España tiene grandes posibilidades de salir de este programa a finales de año sin ningún tipo de fórmula de seguimiento», señaló.
Durante su primera semana de visita a España, los inspectores de la troika se han interesado sobre todo por la evolución del crédito a pymes, la apelación de liquidez al BCE, el impacto de los nuevos criterios sobre refinanciaciones y la situación de solvencia de la banca de cara a Basilea III, según han revelado a Europa Press fuentes conocedoras de los encuentros.
Los inspectores han quedado «bastante satisfechos» con los números presentados por la banca y han exhibido una «mayor tranquilidad» respecto a la evolución del sector. «No hay nada que llame a la alarma», han resaltado las fuentes.