Las tasas de empleo han ido bajando en muchos países de la Unión Europea desde el comienzo de la crisis en 2007, aunque con diferente intensidad. Uno de los peor parados ha sido España, que ha bajado del 69,5 al 59,3% y ocupa el penúltimo puesto de la clasificación elaborada por Eurostat, según el Instituto de Estudios Económicos (IEE).
Cinco estados miembros –Alemania, Austria, Luxemburgo, Polonia y Malta- han conseguido, sin embargo, aumentar la tasa de empleo en el mismo periodo. El promedio europeo se ha situado en un 68,5% en 2012, según Eurostat.
El primer lugar corresponde a Suecia, que roza el 80%, figurando a continuación los Países Bajos (77,2%) y Alemania (76,7%). Austria y Dinamarca registran tasas por encima del 75%, mientras que el Reino Unido y Finlandia están en torno al 74%. Estonia es el país mejor situado entre los nuevos miembros con un 72,1%, figurando a continuación la República Checa y Luxemburgo con cifras superiores al 71%. Chipre (70,2%), Francia (69,3%) y Lituania (68,7%) también logran supera el promedio de la UE.
Entre los países más alejados de la media están Rumanía, Irlanda, Malta y Bulgaria con cifras alrededor del 63%. Hungría alcanza un 62,1%. Grecia cierra la clasificación con un 55,3%