La competencia de los bancos (según el Banco de España acumulan 175.000 millones de euros en riesgo del sector), aconseja un asesoramiento profesional a los vendedores particulares que no consiguen vender sus inmuebles. Así opinan los expertos de Richard Ellis, primera compañía a nivel internacional en consultoría y servicios inmobiliarios, que consideran que puede ser conveniente acudir a los servicios de quienes también se dedican de manera profesional a comercializar inmuebles, es decir, las agencias inmobiliarias.
Las de barrio se conocen al milímetro el mercado potencial de cada vivienda y, lo que es más importante, los precios a los que se cierran las operaciones y aquéllos a los que es imposible vender el inmueble. Por eso, en lo primero que pueden echar una mano al vendedor ansioso de colocar una vivienda es a poner el precio más apropiado, al que de verdad se puede vender la casa.
Según las declaraciones que recoge Inmodiario.com, los particulares deben empezar por ser realistas y ajustar sus pretensiones al nivel del mercado, es decir, muy bajo. Por dos razones, según comenta Raymond Torto, economista jefe de CB Richard Ellis: por un lado, el inversor en vivienda ha desaparecido y así continuará durante unos años; y, por otro, porque cada vez más gente considera que el alquiler es una alternativa cada vez más competitiva.
Pero, precisamente por la agresividad que puedan mostrar en los precios, la flexibilidad que le pidan al propietario para aceptar ofertas de posibles compradores, pueden suscitar sospechas en los compradores: y es que las agencias inmobiliarias están ansiosas por vender casas. De ello dependen sus beneficios, que han estado muy presionados en los últimos tiempos. Su ansia por cerrar operaciones le pueden llevar a malvender su vivienda, pero también hay analistas que dicen que, hoy en día, sacar rentabilidad con el mercado inmobiliario se hace imposible con la que está cayendo, con los canales de financiación de los bancos cerrados, según el diagnóstico del Banco de España en el último informe de estabilidad financiera, con un paro galopante y una incertidumbre creciente por los problemas europeos.
Con todo, también hay analistas, como Gonzalo Bernardos, que ha detectado que las agencias inmobiliarias siguen pidiendo precios desorbitados. «Parece que todavía estuviéramos en el año 2007 viendo sus ofertas», asegura. Por lo tanto, a su juicio, seguiría sin ser una buena idea solicitar los servicios de una agencia.
Aunque no debe olvidar que los agentes inmobiliarios no sólo le pueden ayudar a poner un buen precio. También le pueden dar consejos sobre cómo comercializar su vivienda con más éxito. Son vendedores. Aunque también hay algunos expertos que consideran que muchos de ellos se han formado en los tiempos de bonanza, donde las viviendas se vendían solas.
Comprar: solo para vivir en ella
Como venimos insistiendo desde hace ya mucho tiempo, quien quiera comprar una vivienda, debe comparar la oferta que se presenta desde todos los frentes. Aunque quizás éste no es un mal momento para comprar, siempre que sea una vivienda de calidad, barata y para vivir en ella –y una agencia inmobiliaria puede ser un buen lugar para encontrarla–, Raymond Torto considera que, como inversión, sigue siendo un error. «Es posible que la demanda de vivienda en alquiler continúe aumentando en el futuro, pero con tantísima oferta que van a tener para elegir, lo más seguro es que los alquileres continúen bajando», explica el economista jefe de CB Richard Ellis.