El 40% de las personas tiene problemas de sueño en alguna etapa de su vida y muchas de ellas los padecen de manera habitual. Si esto es así en condiciones normales, la situación se agrava ante situaciones de morosidad frente al pago de la hipoteca o ante la creciente amenaza de paro. Un estudio realizado por el Instituto Palacios ha puesto de manifiesto que la mujer es la que más ansiedad sufre ante este tipo de situaciones, según un reportaje publicado en la revista Consejos de Tu Farmacéutico.
Pese a que la Asociación Hipotecaria Española (AHE) prevé que la caída de los tipos de interés a sus niveles más bajos en los últimos 50 años permitirá un ahorro familiar de hasta 25.000 millones de euros, y un retroceso «a marchas forzadas» de la morosidad, la hipoteca es uno de las cargas que más quitan el sueño a los españoles. Y es que la morosidad y el paro son dos agravantes para quienes ya vienen sufriendo un insomnio crónico u ocasional.
En opinión del doctor Francisco Javier Puertas, del Hospital Universitario de la Ribera en Valencia y presidente de la Sociedad Española del Sueño, “es probable que las preocupaciones derivadas de la delicada situación económica y el aumento del paro afecten negativamente a la calidad y cantidad del sueño de los españoles”. De la misma opinión es la doctora Renata Egatz, del Departamento de Neurofisióloga Clínica del Instituto de Investigaciones
del Sueño, para quien “cualquier situación de estrés laboral, social o familiar aumenta los niveles de ansiedad de una persona, lo que hace que relajarse y desconectar de su rutina diaria sea más difícil y, por lo tanto, no pueda conciliar y mantener el sueño correctamente”. La buena noticia, según destaca el doctor Joaquín Terán, neumólogo de la Unidad del Sueño del Complejo Hospitalario de Burgos, es que “todos los trastornos del sueño pueden diagnosticarse y tratarse”.
La crisis sí afecta a la salud
Por otra parte, en los últimos meses están aumentando las consultas por problemas de Salud mental asociados a la situación laboral actual. «La situación de paro, la repercusión de las dificultades económicas en el entorno familiar, el aumento de dificultades para el pago de hipotecas, la reducción de expectativas de recuperar el trabajo o las condiciones de bienestar previas, etc., son acontecimientos estresantes que influyen en el bienestar psicológico de las personas» ha asegura la doctora María Jesús Cerecedo, coordinadora del Grupo de SAlud Mental de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), en el curso de unas Jornadas de Actualización en Medicina de Familia que han tenido lugar en Madrid. «La función del Grupo de Salud Mental de la Semfyc puede ser acompañar, aliviar, y animar a que la persona tome las decisiones que crea oportunas para adaptarse a una situación de gran incertidumbre aumentando su seguridad y autoestima’.
Respecto al consumo, aunque sea esporádico, de ansiolíticos o tranquilizantes, puede provocar dependencia e incluso producir alteraciones en la memoria, por lo que hay que evitarlos en la medida de lo posible. La profunda crisis económica a la que se enfrenta la sociedad se asocian a niveles más altos en los índices de morbilidad psiquiátrica, a un aumento del consumo de recursos sanitarios y a una autopercepción de la Salud.
Insomnio
Inclemente y “demasiado” frecuente
Según explica el doctor Puertas con motivo del Día Mundial del Sueño que celebramos el día 20 de marzo, de los tres trastornos del sueño más frecuentes (insomnio ,síndrome de apnea del sueño y síndrome de piernas inquietas), el insomnio es el más frecuente de todos, afectando a un 10% de la población de forma crónica, y de forma ocasional o transitoria, a un tercio de la población en el último año. cuando el insomnio no es secundario a una enfermedad, como dolor crónico, asma, reflujo gastroesofágico, depresión o ansiedad, entre otras, se le denomina insomnio primario psicofisiológico, que está asociado a una imposibilidad para dormirse y desconectar, porque el paciente no puede relajarse y olvidarse de los problemas del día. Se da en gente con personalidad hiperresponsable, con tendencia a la ansiedad y al que le resulta difícil desconectar. También suele darse en personas con estrés, de hecho gran parte de los pacientes insomnes son muy sensibles al estrés y a un mal manejo del estrés. Ello puede ir unido, si no a un factor genético, sí al condicionamiento familiar y la personalidad de cada uno.
A todo ello se le une el agravante de que normalmente se trata de personas que incurren en actitudes nada recomendables que acaban por desordenar sus hábitos de sueño, (pasarse varias horas en la cama, dormir a deshora, comer, trabajar o ver la televisión en la habitación o en la cama, hacer siestas muy largas, dormir mucho el fin de semana, etc…), con lo que solo consiguen favorecer y perpetuar el insomnio.
Las secuelas del mar dormir
Gran parte de los trastornos del sueño se relacionan con un aumento de la morbi-mortalidad, el incremento del riesgo cardiovascular y la diabetes. «Además, la somnolencia excesiva es uno de los factores principales de accidentalidad y está vinculada a uno de cada cuatro siniestros en carretera», indica el doctor Puertas. Según este experto, dormir menos de seis horas, aumenta el riesgo de padecer diabetes, obesidad o problemas cardiovasculares, así como trastornos psicológicos o psiquiátricos.
• En relación con el riesgo cardiovascular donde está más establecido es en el caso del síndrome de apnea del sueño, al que va unida la falta de oxígeno repetida producidas por las paradas respiratorias. Ello unido a las hiperactivaciones cardiovasculares que se producen cada vez que uno se despierta y se vuelve a dormir, son factores que sobrecargan el aparato cardiovascular y favorecen mecanismos de riesgo como el estrés oxidativo y la alteración de la pared de las arterias. Asimismo, tal y como nos explica el doctor Puertas, dormir pocas horas puede ser un factor que ayude a favorecer la acumulación de placas de colesterol en la pared arterial
Según las conclusiones de un estudio publicado en Journal of the American Medical Academy, dormir una hora más al día disminuye un 33% las posibilidades de que aparezcan placas de calcio en las coronarias, las arterias que irrigan el corazón, y cuya patología más común es la aparición de placas de ateroma (cúmulos de lípidos) en sus paredes.
• La hipertensión, la insuficiencia cardiaca, la enfermedad coronaria o la diabetes mellitus están asociadas con una elevada prevalencia de apnea del sueño.
• Asimismo, en pacientes con bronquitis crónica y asma la calidad del sueño es mala generalmente. De hecho, éste se puede ver perjudicado por cualquier clase de alteración en la vía aérea, en la función pulmonar o por hipoxemia (baja cantidad de oxígeno en la sangre).
• Asimismo la rinitis alérgica afecta a la vida diaria de los individuos e influye en su ciclo sueño-vigilia. El perjuicio sobre el sueño no se limita a las vías nasales sino que se extiende a todo el tracto respiratorio.
Somnolencia diurna, más accidentes
La somnolencia diurna, que afecta a un 5% de la población española, la fatiga provocan un gran número de accidentes de circulación, calculándose que entre un tercio y una cuarta parte de los accidentes de tráfico relacionados con fallos humanos se deben a que el conductor se ha dormido, siendo una de las principales causas de muerte en jóvenes adultos.
El problema resulta especialmente grave si se tiene en cuenta que aproximadamente un 35% de los conductores realizan esta tarea de conducción en una situación de somnolencia. Ante la magnitud y el impacto sanitario y socioeconómico de esta realidad, el Día Mundial del Sueño, que se celebrará el próximo 20 de marzo de 2009, se ha centrado este año en difundir mensajes informativos y de alerta sobre esta situación.
La mujer, más estresada ante la crisis
El 42 por ciento de las mujeres españolas presenta ansiedad con motivo de la crisis económica, según se desprende de un estudio de opinión realizado por el Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer, a 1.097 mujeres, trabajadoras en activo. El doctor Santiago Palacios, director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer y autor del estudio, explicó que “la mujer sufre más que el hombre ante el mismo problema en casa o en el trabajo porque percibe y se empapa más del ambiente”. Además, argumentó, que su nivel de ansiedad por la situación económica actual es mayor que entre la población masculina, y en cierta parte es lógico, a juicio de Palacios, “porque son las últimas que han entrado en el mercado de trabajo pero serán las primeras en irse”.
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