La economía española parece estar cabalgando por la buena senda. Según el Banco de España, la caída se moderó de forma acusada entre julio y septiembre, al descender un 0,4% con respecto al segundo trimestre y un 4,1% en tasa interanual. La entidad financiera atribuye parte de esta mejora a las medidas de impulso puestas en marcha por el Gobierno.
En su último boletín económico, el organismo supervisor apunta así que el menor descenso trimestral del PIB desde que comenzó la recesión ha podido registrarse con la ayuda de algunas medidas como el Plan 2000E para la compra de coches o el Fondo Estatal de Inversión Local, iniciativas que en cualquier caso, recuerda, son transitorias.
Importantes síntomas de debilidad
La entidad que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez advierte, además, de que la economía muestra aún importantes síntomas de debilidad, con una destrucción de empleo que pese a moderarse una décima sigue cayendo con fuerza, el 7%, y con un consumo privado y una inversión que continúan retrocediendo y que no pueden compensar la mejora del sector exterior.
Entre estos factores destaca la repercusión que tiene la fuerte destrucción de empleo sobre las rentas salariales de las familias; el «negativo efecto riqueza» que supone la bajada de los precios en sus activos inmobiliarios y, en menor grado, el hecho de que el acceso al crédito siga siendo restrictivo.
Inversión aún en entredicho
En cuanto a la inversión, el Banco de España advierte de que la caída de la demanda interna y la aún débil demanda exterior, junto con la restricción del crédito y la incertidumbre que hay sobre el inicio de la recuperación siguen frenando los proyectos de inversión de las empresas, algo que no contrarrestan los bajos tipos de interés.
Así, la inversión destinada a bienes de equipo continuó cayendo intensamente, mientras que la dirigida a la construcción se estabilizó en cierta medida, en un contexto en el que mejoró la confianza de los empresarios del sector tanto sobre su evolución como en sus perspectivas. Pese a todo, la demanda de vivienda sigue frenada por el desempleo y la incertidumbre que genera.
El sector exterior, sobre el que pesa la esperanza de la recuperación económica, registró sin embargo una menor aportación positiva al PIB que la que tuvo en el segundo trimestre.
Aunque en términos interanuales las exportaciones y las importaciones siguieron registrando fuertes retrocesos, las ventas al exterior crecieron con respecto al trimestre anterior, mientras que las importaciones se estabilizaron con respecto al periodo comprendido entre abril y junio.
Esta mejora está en línea con el contexto exterior menos desfavorable y, sobre todo, con la vuelta al crecimiento de algunos de los principales socios comerciales de España.
El consumo privado: el segundo mejor dato en 18 meses
El consumo privado, el componente de la demanda que más pesa en el PIB, ha empezado a dar señales de recuperación. Pese a registrar todavía tasas negativas de crecimiento en términos anuales (según el consenso de los analistas y del propio Gobierno, hasta el segundo trimestre de 2010 la economía no volverá a registrar tasas de crecimiento positivas en términos intertrimestrales), ya se adivina un cambio de tendencia.
El cambio de tendencia viene dado por el dato que hizo público el pasado miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE), que estima una caída del Índice de Comercio al por Menor del -3,4% en septiembre (del -2,3% si se eliminan las estaciones de servicio). Se trata del segundo mejor dato desde hace 18 meses, y se sitúa en cualquier caso muy lejos del -11,7% que llegó a marcar en febrero de este año.
Según los datos del INE, las ventas, sin incluir las estaciones de servicio, presentan una tasa de variación en términos constantes del –2,3% respecto a septiembre de 2008.
El desglose de estas ventas por tipo de productos muestra descensos del 2,4% y del 2,5% en los productos de alimentación y en los no alimenticios, respectivamente. Entre estos últimos, destaca el descenso interanual del 13,4% que registran las ventas al por menor de Equipo del hogar (el componente que está comportándose de una manera menos positiva), debido probablemente a las restricciones del crédito. Las ventas en las estaciones de servicio, descontando el efecto precios, descienden en septiembre un 2,9% respecto al mismo mes de 2008.
La evolución del Indicador Sintético de Consumo -que elaboran los servicios técnicos del Ministerio de Economía– viene a corroborar estos datos: en términos anuales (los últimos doce meses) muestra una caída del -1%, pero en términos trimestrales (sobre el trimestre anterior) refleja un crecimiento del 0,6%. Es decir, que entre julio y septiembre ha crecido respecto de abril a junio. Muy lejos, en todo caso, del -0,9% que registró en tasa trimestral a comienzos de año.
Estímulos fiscales
La suavización de la caída del consumo privado también se explica fundamentalmente por causas exógenas más que endógenas. Es decir por los estímulos fiscales aprobados por el Gobierno. Particularmente en la venta de automóviles, que se han vuelto a recuperar tras la política de subvenciones a la compra de coches por parte de fabricantes, distribuidores, comunidades autónomas y Gobierno central. El problema, por lo tanto, es saber si una vez que se retiren esos estímulos (con un elevado coste económico para el Estado) el sector podrá continuar por sí solo la senda de la recuperación.
La existencia de tipos de interés históricamente bajos (del 1%) y la consolidación del proceso de desinflación (los precios siguen en tasas negativas) justifica, igualmente, la ralentización de la caída del consumo. Así como una recuperación de los mercados bursátiles que impulsa la confianza del consumidor.
Riqueza inmobiliaria versus consumo
Según estudios del Banco Central Europeo, corre en contra del consumo el deterioro de la riqueza patrimonial de las familias, fundamentalmente de carácter inmobiliario. Precisamente España se encuentra entre los países donde el impacto de un cambio en la riqueza inmobiliaria sobre el consumo es mayor. Los países más afectados son el Reino Unido e Irlanda. Y a continuación se encuentran Holanda, España y EEUU.
Asimismo, el empleo continúa siendo un lastre para la recuperación del consumo, lo que explica en buena medida el aumento de la propensión al ahorro, que se ha situado en niveles extraordinariamente elevados. Las familias ahorran en estos momentos (en tasa anualizada) 17 de cada 100 euros que ingresas