La recuperación económica nos hace pensar que los precios de la vivienda han tocado fondo, ello hace que las hipotecas se reactiven y cada vez más gente se anime a firmar un préstamo variable a largo plazo, esto puede llegar a ser una trampa.
La banca ha lanzado préstamos a tipo fijo en los últimos tiempos para dar tranquilidad a sus clientes, pero en España el 94 % de las hipotecasca están ligadas a la oscilación del euribor.
En abril el Euribor cerró en el 0,180%, un mínimo histórico que llegó en el mismo momento en el que las entidades vuelven a estar predispuestas a ofrecer financiación al público en general.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la contratación de hipotecas ha aumentado un 29% en tasa interanual, debido a la caída generalizada del precio de los inmuebles en los últimos años y el hecho de que empiecen a incrementarse en algunas zonas de las principales ciudades
Los expertos consultados por Efe coinciden en que es una muestra de la nueva predisposición de los consumidores a contratar una hipoteca que, con el actual Euribor y los «atractivos diferenciales» que vuelve a ofrecer la banca, dan como resultado una cuota mensual que para muchos resulta asumible.
Es más, ponen como ejemplo que la cuota hipotecaria puede ser inferior al pago de un alquiler de una vivienda similar, que junto al gancho de poder ser propietarios de la misma, algo que sigue resultando atractivo para buena parte de la población, anima a que firmen un préstamo a muy largo plazo.
Después de que los tribunales pusieran en entredicho las cláusulas suelo, que impedían que miles de clientes se beneficiaran de determinadas bajadas del Euribor, la banca ha dejado de ofertarlas y con ello han desaparecido también las cláusulas techo, que protegían ante eventuales subidas del indicador.
Ante esta situación, los expertos advierten de que cualquiera que vaya a firmar un préstamo debe conocer que su cuota mensual puede subir hasta niveles que ahora mismo ni imagina, ya que nadie puede predecir la evolución del Euribor a 12 meses y recuerdan que hace unos años, en el verano de 2008, estaba en máximos, en el 5,5%.
Con lo cual, a corto y medio plazo, lo previsible es que las hipotecas que se están firmando ahora sean «sostenibles», pero nadie asegura que lo sigan siendo en el futuro para todos los que se están animando a contratarlas.
A modo de ejemplo, teniendo en cuenta los diferenciales próximos al 2% que se ofrecen en estos momentos, supondría pagar un interés del 7,5% en unos años si el Euribor vuelve a los niveles de 2008, algo que no se puede descartar teniendo en cuenta la larga vida media de una hipoteca.
Por todo ello, los analistas insisten en prestar atención y no ignorar los riesgos a los que podrían tener que enfrentarse en un futuro, pues la dación en pago, que salda la deuda bancaria con la entrega de las llaves de la vivienda, no se ha impuesto, y previsiblemente la banca reclamará hasta el final la cantidad prestada más los intereses.