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Comprar viviendas en régimen de cooperativa, ventajas y riesgos

A la hora de plantearse la compra de una vivienda las opciones son varias. Se puede optar por comprar una vivienda de segunda mano, recurrir a obra nueva a través de promotoras o apostar por una cooperativa. 

Este último caso cuenta con partidarios y detractores a partes iguales. Esto es así debido a las ventajas que supone este régimen de compra, pero también a los riesgos que se corren al participar en la misma. 

Ventajas de comprar una vivienda en régimen de cooperativa

Normalmente, el precio de las viviendas en régimen de cooperativa está por debajo del del mercado. Esto se debe a que se está eliminando la comisión al promotor, que en estos casos no es necesaria. Se calcula que el ahorro medio al comprar este tipo de viviendas es de un 20%, por lo que es habitual escuchar que se trata de promociones a precio de coste.

Por otro lado, los cooperativistas se convierten en copromotores de sus viviendas. De esta manera, participan en el desarrollo y diseño de la promoción. Se trata de viviendas sobre plano, por lo que las posibilidades de modificar las distribuciones y elegir materiales y acabados es todo un atractivo. 

La participación activa de los propietarios se traduce también en un régimen democrático en el que todas las decisiones son votadas por los cooperativistas

Las gestoras de las cooperativas están obligadas por ley a garantizar las cantidades entregadas por los socios a cuenta de sus viviendas, mediante seguro de caución o mediante avales solidarios.

Por último, según la ley,  el socio podrá darse de baja voluntariamente en cualquier momento. Además, tendrá derecho a recibir la devolución de todas las cantidades entregadas desde la concesión de la licencia de obra mayor.

Riesgos de comprar una vivienda en régimen de cooperativa

Los principales riesgos al participar en una gestora cooperativista están relacionados con los dos últimos puntos del apartado anterior. 

Las sociedades cooperativas corren el riesgo de quiebra e, incluso, ha habido casos de prácticas fraudulentas y publicidad engañosa. Por eso, los cooperativistas se ven obligados a recurrir ante la ley para recuperar su dinero y defender sus intereses. 

Hay que tener en cuenta, que para ingresar como socio en una sociedad cooperativa hay que adelantar unas cantidades de dinero para que la obra pueda comenzar a financiarse. Tras la comercialización de las promociones, los socios entregan a la gestora cantidades que oscilan entre el 20 y el 25% del total calculado para toda la construcción. 

Por todo esto, es recomendable informarse muy bien antes de decidir participar en una sociedad cooperativa para la compra de una vivienda.

El papel de la gestora de la cooperativa es vital para que el proyecto común llegue a buen término, por lo que es importante que cuente con experiencia demostrada, muchas viviendas entregadas y solvencia económica demostrada.