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Casas del futuro, ¿cómo serán?

Si nos paramos a pensar en cómo serán nuestras casas dentro de 10 o 20 años, imaginamos viviendas inteligentes, llenas de robots y artilugios que convivirán con nosotros en nuestro día a día. Al echar la vista atrás, por ejemplo a hace una década, comprobamos que vivíamos sin muchos de los aparatos que ahora conforman nuestras rutinas. 

Las casas del futuro irán más allá. Las viviendas se construirán siguiendo parámetros diferentes a los actuales y apostando por las energías renovables. Además, los movimientos sociales y demográficos harán que los planteamientos residenciales también cambien. 

Viviendas inteligentes

Tal y como hemos apuntado al principio, las viviendas inteligentes serán una constante en los próximos años. Nuestras casas funcionarán gracias a las diferentes instalaciones y aplicaciones al alcance de los usuarios. 

La robótica se instalará en nuestras vidas con la intención de facilitar muchas de las tareas del hogar, su funcionamiento y mantenimiento del mismo.  

Energías renovables

Las viviendas del futuro funcionarán y aportarán todos los suministros necesarios a sus propietarios a través de las energías renovables. Son muchos los estudios e investigaciones que apuestan por que la energía solar sea la principal fuente en las viviendas españolas en el año 2030. 

La geografía y meteorología de nuestro país hacen perfecta la instalación y explotación de este tipo de sistemas. Lo mismo ocurre con la energía eólica, la cual se pretende multiplicar en las próximas décadas. 

Estos parámetros darán lugar a las conocidas como casas ecológicas. Si hoy en día son aún una excepción, los años venideros supondrán su afianzamiento en los modelos constructivos. 

Residencias multifamiliares

Por otro lado, las migraciones, movimientos sociales y culturales, diversidad en los modelos familiares o la ampliación de la esperanza de vida harán que los diseños residenciales cambien. 

De ahí que las conocidas como residencias multifamily, estén adquiriendo cada vez más protagonismo. Se trata de construcciones en las que, por ejemplo, viven jóvenes universitarios o que están empezando a trabajar. Sus necesidades, horarios y aficiones son similares, por lo que buscan viviendas con características parecidas. Esto hace que los promotores apuesten por complejos con instalaciones deportivas, servicios compartidos y buena ubicación y transporte. Lo mismo ocurre con las residencias destinadas a la tercera edad. Estos recintos piensan en pequeños apartamentos o estudios, en los que estas personas cuenten con todas las comodidades e infraestructuras adaptadas a su edad. 

Huertos urbanos

Otra irrupción a destacar en las casas del futuro será la de la instalación de huertos urbanos, tanto en las viviendas como en las urbanizaciones. 

La concienciación ecológica llegará a los hogares también de esta manera. Serán muchos los que preparen su balcón o su terraza para instalar las macetas y utensilios necesarios para disfrutar de productos frescos en su propio hogar. 

Las promotoras seguirán la misma línea con huertos urbanos en las zonas verdes comunes de los edificios, a las que podrán acceder todos los propietarios. El mantenimiento de estos espacios será una rutina de muchos de los ciudadanos del futuro, contribuyendo así a la producción ecológica y al consumo sostenible.