El número de pisos con un precio de venta inferior a 200.000 euros está creciendo con la crisis económica, según datos de la inmobiliaria Judith Strub, del grupo Cat Real Estate, que destaca que actualmente se venden los «miniprecios» o las piezas únicas y diferenciales.
En concreto, indica que en Barcelona capital hay ofertas de casas de hasta 100 metros cuadrados por unos 200.000 euros, que son los que más se venden. El perfil del comprador de estas viviendas es mayoritariamente el pequeño inversor que compra para alquilar, buscando una rentabilidad del 6%.
También existen casos de particulares que compra para uso propio, con ahorros que van del 40% hasta el 100% del importe de la vivienda, y que aprovechan la bajada generalizada de precios para adquirir una primera vivienda.
Igualmente, señala que el perfil del comprador a partir de 450.000 euros es el de un inversor que dispone de un mínimo del 30% del importe de la vivienda y son profesionales bien remunerados con contrato indefinido, que aprovechan la bajada de hasta el 50% en los precios de viviendas y que ante la gran oferta existente se deciden por piezas diferenciales, en zonas muy céntricas, y con alguna particularidad diferencial, como terraza, ático, jardín, vistas, categoría de la finca o parking, entre otros.