El carburante que necesita el sector inmobiliario para empezar a repuntar el vuelo puede llegar de los inversores extranjeros. Eso es, al menos, lo que indican las últimas estadísticas publicadas por el sector. Este lunes, los notarios revelaron que las compras de casas en España a manos de extranjeros se dispararon un 27,2% de enero a marzo.
Un primer trimestre que, no obstante, arrojó una doble lectura. El conjunto de esos traspasos inmobiliarios aumentó un 48,3% en tasa interanual hasta cerrarse un total de casi 81.400 operaciones, según el Ministerio de Fomento. Sin embargo, en la comparación con les tres últimos meses de 2013 se acusó un descenso sensible del 13,1%.
Las dudas que los españoles parecen mantener a la hora de adquirir una casa -una vez extinguida la deducción fiscal y que el mercado laboral sigue sin recuperarse- se convierten en seguridad y, sobre todo, incentivos para los compradores foráneos. Estos, según los expertos, están ávidos de conseguir gangas en el ‘ladrillo’ de un país con clima agradable y un sistema sanitario de condiciones mejores (para la media) que en los países de su entorno, dispuesto además a dar la residencia a quienes adquieran casas por importe superior a medio millón de euros.
El resultado es que una de cada cinco casas (el 19,4%) que se adquirió en España fue a manos de un extranjero. Más aún, en la mitad de los casos (52,8%) esas personas ni siquiera residían en España, de modo que valoraban esas operaciones bien como la consecución de un lugar fijo donde disfrutar de sus vacaciones, bien como un territorio donde rentabilizar mejor sus inversiones de capitales. De todo hay, admiten los expertos, pues crece la proporción -todavía es pequeña- de quienes se hacen con más de una vivienda.
En cualquier caso, el motor principal de ese afán comprador foráneo continuaron siendo los propios extranjeros ya residentes en España -que han llegado generalmente por motivos laborales y se han establecido aquí-, cuyas operaciones se incrementaron un 38,9% en el primer trimestre respecto al mismo período del año pasado. Es decir, su ritmo duplicó con creces el crecimiento de las adquisiciones (18,5%) a manos de quienes viven en otros países.
Para los notarios, es la constatación de que el mercado inmobiliario «se está normalizando y no depende ya tanto de factores externos para salir de su crisis». Eso sí, las preferencias de los extranjeros -residan o no en España- al buscar casa apenas han cambiado en los últimos años:_costa, playa y sol. Así, en tres regiones claramente turísticas protagonizaron cuatro de cada 10 operaciones: Canarias (42,1%), Baleares (39,7%) y Comunidad Valenciana (39,4%). En Murcia, por su parte, alcanzaron el 22,7%, en Cataluña, el 21,2% y en Andalucía el 20,1%.
Con todo, tres comunidades registraron caídas interanuales en las transacciones de vivienda a manos de extranjeros: un 24,6% menos en Castilla-La Mancha, otro 20,2% en Galicia y un 20,1% en Castilla y León.
Y_sobre el origen de los compradores, casi la mitad se concentró en sólo cinco nacionalidades:_británicos (13,8%), franceses (10,5%), rusos (8,4%), alemanes (7,5%) y belgas (6,9%). Los más activos, sin embargo, fueron estadounidenses (un 88,9% más), chinos (83,1%), irlandeses (78%) y rusos (62,6%), aunque bajaron británicos y noruegos