Las cajas de ahorros están dispuestas a arrimar el hombro en un plan de ayudas a los hipotecados para que no todo el coste recaiga en las arcas del Estado, según informa el diario económico digital Cotizalia. El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, Juan Ramón Quintás, ha asegurado en el Congreso que ésta es la medida más popular que se puede tomar y que es insuficiente la moratoria adoptaba hasta ahora por el Gobierno.
«Emergencia nacional»
«Las cajas y bancos deberíamos plantearnos cómo ayudar a esta medida sin llegar a comprometer nuestra solvencia», ha afirmado. Quintás, que asegura que estamos en una situación de «emergencia nacional» cree que esta medida reduciría notablemente la morosidad, lo que justificaría el coste a las entidades bancarias. Según el presidente de la CECA, las medidas adoptadas hasta ahora por el Ejecutivo español «no están a la altura de la crisis» y aboga por la implantación en España de un plan hipotecario como el aprobado por Barack Obama en EE UU. Además, ha planteado otras soluciones como eliminar la obligación de provisionar al cien por cien un crédito moroso a los dos años, que el Estado compre titulizaciones de crédito nuevo o su entrada directa en el capital de las entidades. Ahora bien, esta última medida debe ser voluntaria, «porque muchas entidades no lo necesitan», y ligada al cumplimiento estricto de unos objetivos.
En su discurso ante la Comisión de Economía y Hacienda para dar cuenta de la evolución del crédito, Quintás ha advertido de que es necesario prepararse para los escenarios hostiles, ya que la crisis puede durar «claramente más de tres años», y si se falla en la adopción de medidas para reactivar la economía, «arrastraría» a España «al fondo».
El presidente de la patronal de las cajas sostuvo que es necesario mejorar la evolución económica, porque la crisis que atraviesa el país tiene «una envergadura desconocida», y añadió que lo fundamental en este escenario es combatir la contracción económica.
«Todos sabemos que la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) de un país se mueve en sentido contrario a la morosidad, y ésta está devorando a las instituciones financieras», aseveró Quintás, tras recordar que ninguna de las crisis bancarias registradas después de la Segunda Guerra Mundial es «comparable» con la que vivimos ahora.
Plan Obama para frenar la deuda hipotecaria
Juan Ramón Quintás, abogó asimismo por la implantación en España de un plan hipotecario como el aprobado por el Gobierno de Barack Obama en Estados Unidos que reduzca la deuda hipotecaria de las familias en situación de precariedad.
En su comparecencia ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados, Quintás resaltó que dicho plan estadounidense es la medida para afrontar la crisis que más respaldo social ha tenido de todas las que se han aplicado en los últimos 18 meses.
Quintás explicó que la moratoria hipotecaria aplicada en España no reduce la carga de la deuda hipotecaria de las familias, y subrayó que si se adoptara una medida en España en este sentido, la morosidad descendería y aumentaría el gasto en consumo. «Éste es un terreno virgen que les invito a estudiar», dijo ante la Cámara Baja.
Asimsimo, Quintás advirtió de que si no se actúa con «mayor contundencia», las consecuencias de esta crisis, que durará «más de tres años», serán «dramáticas para este país». Para evitar esta situación, el presidente de la patronal de las cajas recomendó que se lleven a cabo estímulos económicos y reformas estructurales, al tiempo que se debe «maximizar» la eficacia crediticia del sistema bancario, y tienen que prepararse «las defensas», es decir, la cobertura del sistema financiero frente a escenarios hostiles.
Solvencia de entidades
Juan Ramón Quintás, ha abogado también porque el Estado apoye la solvencia de las entidades financieras antes de que sea necesario recurrir al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
«Me preocupa lo mucho que se habla en España del Fondo de Garantía de Depósitos y de lo poco que se habla de lo que hay que hacer para que esta economía funcione mejor», dijo el responsable de la patronal de las cajas de ahorros ante la Comisión de Economía y Hacienda.
Quintás apostó por que las entidades financieras que sean objeto de medidas públicas de fortalecimiento de su solvencia sean ya solventes pero cuenten con una «solvencia baja» que les haga rechazar la concesión de créditos para determinados proyectos viables.
«En España faltan médicos preventivos y sobran enterradores, porque el FGD es donde se sepulta las entidades malas, y lo que nos debe preocupar es cómo mantener un sistema financiero que al final de la crisis no se encuentre destrozado», dijo. «No me importa lo que se hace con los cadáveres, sino cómo nos aseguramos de que los vivos no enfermen y mueran», aseveró Quintás.
En este sentido, se mostró partidario de que las inyecciones de dinero público sean condicionadas a objetivos fijados y controlados, y que sean explícitamente temporales, todo dentro del respeto a las medidas admisibles de la UE. «no estamos hablando de financiar a un proyecto (de entidad) que no sea viable, ése que se vaya al FGD», agregó.
Por último, el presidente de la CECA ha cifrado en 673,8 millones de euros las ganancias del Estado por las medidas de apoyo a la banca. En concreto, Quintás señaló que el Tesoro «lleva ganados» 332,5 millones de euros por las comisiones que cobra a la banca por la concesión de avales y otros 341,3 millones de euros por el Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF).