Las cuentas a la vista –aquellas que ofrecen baja remuneración– han ganado peso en el último año porque el recorte de los tipos de interés ha restado atractivo a los depósitos. Muchas familias han decidido no renovarlos a su vencimiento en los últimos meses y tener disponibles sus ahorros en otro tipo de productos que no penalizan su rescate.