El metro cuadrado de estas viviendas supera los 7.500 euros, un 40% menos que antes de la crisis, y después de esta venta sólo queda un edificio en esta calle con pisos nuevos disponibles, todos ellos por encima de los 450 metros cuadrados.
El grupo inversor destinará estos inmuebles al alquiler, con una cotización entre los 180 y los 300 euros al día, en función de las características de cada vivienda, y el presidente de la inmobiliaria en España y Andorra, François Carriere, ha destacado la «excelente relación calidad precio» en la capital catalana.