El pasado lunes se dieron a conocer las líneas maestras del recorte de inversión pública anunciado por el Gobierno, un plan que supone, según las empresas afectadas, la mayor reconversión de obra pública habida nunca en el sector en España y un varapalo a las constructoras adjudicadas.
Inmaculada Rodríguez Piñero, secretaria general Infraestructuras, y Víctor Morlán, secretario de Estado de Planificación, fueron los encargados de presentar a los presidentes de Seopan, Anci y Aerco las que se van a suspender 70 obras de carreteras y ferroviarias que actualmente se encuentran en fase de ejecución, algo menos del 20% del total.
Los proyectos damnificados
La rescisión de los contratos será comunicada personalmente a cada una de las constructoras afectadas por la decisión. Entre los proyectos damnificados, destaca la autovía entre Burgos y Aguilar de Campoo, uno de los corredores pensados para mejorar las comunicaciones de Cantabria con la Meseta y Madrid.
Si se confirma el plan del Gobierno, esta medida aumentará, probablemente, las diferencias entre el Ejecutivo de Miguel Ángel Revilla y el de Zapatero, distanciados desde que el titular de Fomento, José Blanco , decidió no realizar la conexión del AVE a Santander.
Otra de las obras que se verá afectada por el recorte será la circunvalación de Sevilla, cuyos túneles por el Guadalquivir figuran como uno de los proyectos más costosos con cargo a los presupuestos de Fomento.
Preparan las reclamaciones
Las compañías ya han comunicado al Ministerio que reclamarán el lucro cesante (el 6% del presupuesto de la obra sin ejecutar) y las indemnizaciones correspondientes, algo en lo que el Gobierno no ha puesto, de momento, ninguna objeción.