La agencia hipotecaria estadounidense Fannie Mae tuvo conocimiento en 2003 de casos de abusos en las ejecuciones hipotecarias por parte de los bufetes de abogados que había contratado para embargar los hogares de los prestatarios con problemas, pero hizo poco por corregir estas prácticas, según un informe de la Agenda Federal Financiera de Vivienda (FHFA por sus siglas en inglés), al que tuvo acceso ‘The New York Times’.
El diario destaca que sólo después de que nuevos informes de mediados de 2010 comenzaran a describir prácticas dudosas, como la presentación de documentos de falsos alegatos en los juzgados de bancarrota, la entidad comenzó a examinar esta conducta por parte de las firmas de abogados que formaban parte de su red.
El inspector general de la agencia, Steve Linick, quien se ha encargado de elaborar el informe, destaca que los propietarios estadounidenses han estado luchando contra los efectos de la crisis financiera inmobiliaria durante varios años «y no deberían tener que preocuparse de si serán víctimas de abusos en las ejecuciones hipotecarias». «Incrementar la vigilancia por parte de FHFA podría ayudar a evitar estos abusos», añadió.
Este informe es el segundo publicado en dos semanas en el que el inspector general ha alertado de fallos tanto en la supervisión de la agencia como en las dos agencias hipotecarias, Fannie Mae y Freddie Mac, que supervisa desde 2008. Por ello, cree que su deber es garantizar que sus operaciones no representan un riesgo adicional a los contribuyentes.
En concreto, el informe señala que después de recibir informaciones por parte de un accionista en 2003 sobre abusos en las ejecuciones hipotecarias por parte de las firmas de abogados, que comenzaron a trabajar con la entidad en 1997, Fannie Mae asignó a un consejo externo investigar estas acusaciones.
El consejo llegó a la conclusión en 2006 de que los abogados de ejecuciones presupuestarias en Florida presentaban «de forma rutinaria» alegaciones y declaraciones falsas y que esta práctica podría darse en cualquier otro lugar. «Es evidente que esta práctica es incorrecta y debe ser parada», añade el informe.
El inspector general también cree que tanto Fannie Mae como el regulador parecen haber ignorado otras señales de problemas en las operaciones de ejecución hipotecaria. Por ejemplo, la agencia no respondió a las quejas de algunos prestatarios sobre acciones incorrectas por parte de las firmas de abogados que recibido desde agosto de 2009.
El informe también destaca que no fue hasta otoño de 2010, después de un escándalo por presuntas falsificaciones en documentos de ejecuciones hipotecarias, cuando la agencia comenzó a investigar estos procesos. Así, añade que un documento emitido a principios de este año determina que los gestores de la red de abogados de Fannie Mae no cumplieron con los normas de seguridad y consistencia.