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España gana en competitividad gracias a la contención salarial

Según Olivier Blanchard, jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), “los países periféricos, entre ellos España, están ganando competitividad». Ello es así gracias a una contención salarial sin precedentes que continuará en 2014, aunque «todavía de forma insuficiente para compensar la caída de la demanda interna”. Además, según se ha puesto de manifiesto en la asamblea de otoño conjunta del FMI y del Banco Mundial, el World Economic Outlook (el documento de análisis económico), se prevé que el año próximo los salarios vuelvan a perder poder adquisitivo.

En concreto, según recoge el diario El Confidencial, según el FMI, la ganancia por hora trabajada (la medida que utiliza el FMI para calcular la evolución de los salarios) aumentará el año próximo un 0,4%, tres décimas menos que en 2013, por debajo del IPC previsto en media anual: un 1% en 2014. En ningún otro de los grandes países de la eurozona se producirá una contención similar. En la media de los países avanzados, los salarios crecerán un 2,7%, mientras que en Alemania se incrementarán un 1,6%, por encima del 1,2% que se registrará en Italia. En el conjunto del euro, la subida será del 1,1%.

No se trata de un fenómeno coyuntural pegado al momento económico. El FMI pronostica que la atonía económica en la zona del euro y “las presiones a la baja sobre los salarios en la periferia” mantendrán la inflación en alrededor de 1,5% a medio plazo, es decir, por debajo del objetivo fijado por el Banco Central Europeo (BCE) para diseñar su política monetaria.

Para hacerse una idea de lo que significa el ajuste, hay que tener en cuenta que entre 1995 y 2004 los salarios subieron en España un 4%, lo que lastró de forma muy relevante la economía española, en términos de competitividad, mientras que entre 2005 y 2014 la subida será del 2,9%, toda vez que durante los primeros años de la crisis no hubo moderación salarial. En 2009, cuando la crisis había estallado con la máxima crudeza, el salario por hora trabajada aumentó un 5,1%, lo que pone de relieve la lenta reacción de la economía española a la crisis.

Aumentan los márgenes de la exportación

Ahora está sucediendo lo contrario, y eso está ayudando al crecimiento de las exportaciones, de hecho, y como recuerda el FMI, tras estos ajustes de los costes salariales, la competitividad de los precios de las exportaciones “ha empezado a mejorar”, si bien “moderadamente”. La razón es que en Grecia, Irlanda, Portugal y en cierta medida España, los márgenes de los exportadores (precios de exportación en relación con los costes unitarios de la mano de obra) han aumentado desde la crisis. Esto hace pensar que las empresas del sector de bienes destinados a la venta al exterior, asegura el Fondo, “han empezado a recuperar su rentabilidad, lo cual debería hacer más atractivo ese sector y canalizar la producción hacia los sectores orientados a la exportación”.

El Fondo pone como ejemplo un análisis econométrico de las exportaciones trimestrales efectuadas entre el tercer trimestre de 2008 y el cuarto trimestre de 2012, y muestra que la demanda externa hasta ahora ha sido el principal factor que ha impulsado las exportaciones, y es responsable de aproximadamente el 40% al 50% de la recuperación de las exportaciones en Alemania y España, y hasta el 140% en Portugal. Sin embargo, la demanda externa dentro de la zona del euro ha sido tan débil que incidió negativamente en la evolución de las exportaciones. Este efecto negativo fue particularmente importante en Italia y Portugal.

En todo caso, como recuerdan los economistas del Fondo, las tensiones financieras se han moderado gracias a las políticas adoptadas, pero el crecimiento “sigue siendo débil”, y lo más preocupante es que ha habido “efectos de contagio de la periferia al núcleo de la región”. La causa de este proceso tiene que ver con la fragmentación financiera y la contracción del acceso al crédito en las economías de la periferia. Al menos, la inflación se mantiene moderada, aunque el desempleo continúa siendo elevado y “va en aumento” en las economías avanzadas de la UE.

La moderación salarial no sólo afectará a la eurozona.
El FMI pone el ejemplo de EEUU, donde la reducción de la tasa de desempleo se debe en parte a disminuciones de la participación en la fuerza laboral debido a tendencias demográficas y al llamado efecto desánimo de trabajadores que están abandonando la fuerza laboral. Estos trabajadores, sostiene el Fondo, probablemente retornarán al mercado laboral conforme mejoren las perspectivas, y por lo tanto el crecimiento de los salarios “será lento por algún tiempo”.

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