Las mejoras en la economía española pueden estar detrás de este repunte, sin embargo, la contratación de hipotecas sigue disminuyendo. Entre enero y agosto se constituyeron 134.082 préstamos sobre viviendas, el registro más bajo desde el inicio de la crisis.
A pesar de esto, la combinación de precios bajos y las expectativas de un encarecimiento en los inmuebles en los próximos años, parece que está incidiendo positivamente en la inversión por parte de extranjeros, que ya representa el 16% de las compras.
En 2015 el precio medio de la vivienda se situará en 158.979 euros. Los mayores incrementos se producirán en Ceuta (4%), Canarias (2%) y Aragón (2%).
Entre 2016 y 2018 se prevén caídas moderadas de los precios impulsadas por la evolución de la población, su nivel adquisitivo y el acceso y coste del crédito.
El mercado inmobiliario todavía tendrá que absorber el exceso de oferta de vivienda disponible, -con un stock todavía superior a las 560.000 viviendas o 740.000 si se suman los activos adjudicados a la banca y a Sareb- .
En este contexto, tampoco habría cambios con respecto al crédito. Actualmente el euribor se sitúa en mínimos históricos, en un 0,33%, lo que conllevaría el riesgo para las familias de una subida futura a medio plazo y el encarecimiento de los préstamos hipotecarios.
Tras tres años de caídas, el precio de la vivienda volverá a la senda de crecimiento en 2019 o 2020. «Este cambio de tendencia estará impulsado por un mayor equilibrio entre la oferta y la demanda, tras absorberse buena parte del stock y a una cierta reactivación del crédito», apuntan en Kelisto.es.