«Nos enfrentamos a un dato sintomático del pésimo estado de salud del mercado cementero español que, dados los niveles de consumo actuales y con caídas porcentuales tan elevadas, ve alejarse aún más su horizonte de recuperación. Y lo peor es que a fecha de hoy prevemos una caída cercana al 20% en 2013″, explica el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza.
El mes de diciembre, tradicionalmente uno de los de menor consumo de cemento en nuestro país, ha sido en 2012 peor de lo esperado. Con un descenso de casi un 37%, el consumo se ha situado en poco más de 760.000 toneladas, una cifra que no se veía en España desde principios de los años sesenta del pasado siglo.
Además de la pésima situación del mercado doméstico, los fabricantes españoles están viendo limitada su capacidad exportadora por los mayores costes energéticos que tienen que soportar y, por lo tanto, son menos competitivos frente a otros países de su entorno. Así, en 2012, el sector cementero exportó 5,9 millones de toneladas de cemento, menos de la mitad de los 13 millones que nuestro país consiguió vender en los mercados exteriores en 1983. Las importaciones, que apenas supusieron medio millón de toneladas en el total de 2012, también cayeron un 50% respecto a 2011.