El presidente de los EEUU, Barack Obama, acaba de firmar la extensión de los descuentos fiscales destinados a compradores de viviendas hasta el 30 de abril de 2010. La rebaja fiscal de 8.000 dólares (5.340 euros) por la compra de una primera vivienda se estableció en el estímulo fiscal aprobado en febrero y vencía el 30 de noviembre.
Con la extensión aprobada ahora por el Congreso, los compradores tendrán hasta el 30 de abril para seguir disfrutando de este incentivo (si no venden la casa en tres años). Una medida que, aunque trata de frenar la caída del sector inmobiliario, ha despertado críticas por parte de expertos de la talla de Simon Johnson, profesor de MIT y ex economista jefe del FMI, quien considera que son ineficientes y algunos legisladores estiman que son un caro soporte para el mercado de la vivienda.
En una tribuna en The Washington Post, Johnson criticaba que este sea un estímulo caro y no productivo. «Con ese dinero se podrían contratar profesores, policías y soldados, tendríamos más actividad económica y el Gobierno obtendría algo a cambio de su dinero». Newport advierte que el mayor efecto de la rebaja es adelantar ventas de 2010 y dado el alto paro, una vez que finalice la ayuda, el sector volverá a caer.
Más rebajas para quienes lleven 5 años en su vivienda
Además de la anterior, se establece otra rebaja de 6.500 dólares (4.340 euros) para quienes lleven cinco años en su vivienda, algo con lo que se quiere dar un respiro a los propietarios. Esta extensión es más generosa que la rebaja original porque para acceder a ella se establecieron unos límites de ingresos que ahora se han ampliado.
«Estabilización» del sector
EE UU ha observado una ligera recuperación del mercado en los últimos meses que los expertos llaman «estabilización». Después de registrarse una subida de ventas de casas (de segunda mano) del 9,4% en septiembre, Patrick Newport, economista de IHS Global Insight, reconoce que la rebaja «está elevando la demanda». «Sin la extensión del crédito fiscal las ventas se verían perjudicadas y los precios volverían a caer». Para Newport, la caída de tipos, el ajuste de precios y la rebaja fiscal son los elementos que permiten la estabilización.
No obstante, los analistas inmobiliarios, empezando por los propios interesados en el sector, dan unas cifras que hacen pensar que el estímulo es muy caro, pues se están beneficiando de él quienes iban a comprar con o sin dicha rebaja. Un ejemplo muy ilustrativo es el que arroja un informe de agentes inmobiliarios de la consultora Campbell, según el cual 400.000 de los 1,6 millones de viviendas vendidas hasta septiembre a personas que compraban por primera vez han cambiado de manos por la rebaja fiscal. Es decir, que la mayoría ha recibido una rebaja que no les hacía falta.