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Economía cree que acabar con el stock tardará más de lo previsto

El agravamiento de la recesión está neutralizando el efecto positivo que tiene sobre la demanda la caída del precio de los pisos, por lo que se tardará más tiempo de lo previsto acabar con el stock actual. Así lo ha indicado el ministerio de Economía en su último informe trimestral sobre la economía española.

El Ministerio de Economía achaca esta ralentización a “la pérdida de confianza de los agentes, el endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito para las familias, el deterioro del mercado laboral y las restricciones en el nivel de inversión pública«, lo que ha contrarrestado el efecto expansivo del descenso en los precios en la demanda de viviendas”.

Según algunos estudios, el stock de vivienda nueva sin vender apenas se ha reducido y al ritmo actual de ventas su absorción tardará de media algo más de 4 años.

De hecho, como asegura el Servicio de Estudios de Bankia, el mercado se encuentra en un impasse a la espera del inicio del funcionamiento del Sareb y podría producirse “cierta paralización” hasta que se concreten detalles como la creación de la figura de los fondos de activos bancarios (FABs) y las herramientas para la desinversión de los activos inmobiliarios que perciba el banco malo.

Su conclusión es que en este contexto resulta previsible que el ajuste de precios ”se prolongue hasta 2015, si bien en algunas zonas la absorción del stock llevará más tiempo y el mercado tocará fondo más tarde”.

Según analizan desde el diario El Confidencial, hay que tener en cuenta que la demanda se encuentra en niveles mínimos tras 18 meses de fuertes correcciones, y solo repuntó ligeramente en el pasado verano anticipándose a los cambios fiscales de 2013.  Al menos, se aprecia una recuperación de las adquisiciones por parte de extranjeros (9,5% de aumento en el último año).  Alicante y Málaga concentran el 38% de las ventas a extranjeros y no residentes en lo que va de año.

Según el Ministerio de Economía, los indicadores cuantitativos, tanto el indicador sintético de inversión en construcción como el de inversión en vivienda, anotaron tasas intertrimestrales en el cuarto trimestre de 2012 inferiores a las del tercero, en seis décimas y 1,2 puntos, respectivamente.

Este deterioro, sostiene Economía, se justifica, principalmente, por el peor comportamiento respecto del tercer trimestre de tres de sus componentes parciales: el consumo aparente de cemento, los visados de obra nueva y el indicador de confianza en la construcción.

Indicadores cualitativos

Al menos, los indicadores cualitativos (que anticipan lo que va suceder en futuros trimestres) muestran alguna señal de mejora. Según los técnicos de Economía, el comportamiento del indicador de confianza de la construcción, mejoró en enero más de 19 puntos respecto del mes previo hasta alcanzar un saldo de -41,6 puntos (diferencia entre opiniones positivas y negativas).

Economía lo achaca a la mejora en las expectativas de empleo y, en menor medida, en la cartera de pedidos, que “justifican la pronunciada recuperación del indicador”. Los indicadores adelantados, igualmente, proporcionan señales en línea con esta evolución. Según los visados de dirección de obra, en noviembre, la superficie a construir en obra nueva recortó en más de veintidós puntos y medio su ritmo de caída interanual, hasta el 17,6%, comportamiento que se explica, principalmente, por el repunte del segmento no residencial, que aumentó el 20,5%, tras la caída del 32,1% el mes previo.

Por su parte, el segmento residencial experimentó un retroceso interanual del 31%, inferior en casi trece puntos al registrado en octubre. Respecto del mercado laboral, la destrucción de empleo se mantuvo estable, a juzgar por el número de afiliados en la construcción, que registró en enero una tasa interanual del -16%, idéntica a la del mes previo.

Aun así, el servicio de estudios del BBVA prevé que la inversión en construcción no residencial se contraiga este año nada menos que un 12,2%. Al menos, este tono fuertemente contractivo se alejará en 2014, en que la inversión en construcción apenas caerá un 1,6%. Hay que tener en cuenta que la importancia del sector de la construcción para la economía española es capital, tanto en términos de actividad como de empleo. De hecho, según el BBVA, si no fuera por el declive de la construcción, la economía crecería este año una décima, frente a las siete que retrocederá finalmente, según sus estimaciones.

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