Al tiempo que la crisis se aleja, lo hace también uno de sus lados más oscuros. Hace dos años, en 2014, la entrega de viviendas habituales para hacer frente al pago de la deuda con el banco alcanzó los 34.680 procedimientos. Ya en 2015 bajaron por primera vez un 13%. La rebaja de los tipos de interés hasta mínimos históricos -cerró mayo otra vez en terreno negativo por cuarto mes consecutivo y se hundió en tasa mensual en el -0,013%- y los acuerdos entre deudores y entidades financieras han ayudado a aliviar el drama.
Los que se hipotecaron en el año 2007 y lo hicieron con viviendas usadas han sido los más perjudicados. El 20,4% de las ejecuciones correspondió a prestamos constituidos en ese año. El 15,6% fue con hipotecas firmadas en 2006 y el 11,8% con las suscritas en 2008. El periodo comprendido entre 2005 y 2008 concentró el 58,5% de las ejecuciones hipotecarias y los mayores valores se alcanzaron en 2013 y 2007. El 0,20% y el 0,19%, respectivamente, de las hipotecas constituidas sobre viviendas esos años ha iniciado una ejecución hipotecaria este trimestre, según el INE. El 86,4% de los procedimientos iniciados hasta marzo han sido sobre viviendas de segunda mano, mientras que el 13,6% restante sobre nuevas.
Cuando se trata de viviendas de personas jurídicas y no físicas, suponen el 17,7% del total de ejecuciones hipotecarias. Al margen de la vivienda, el número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias del conjunto de fincas iniciadas en el primer trimestre fue de 19.354, lo que supone un 37,9% menos que en el mismo periodo de 2015.
(3.144), Cataluña (2.113) y Valencia (2.094) presentaron el mayor número de ejecuciones. Y Cantabria (43), La Rioja (54) y Navarra (61), los menores. Los hipotecados entre 2003 y 2015 en Murcia (0,25%), Andalucía (0,20%) y Comunidad Valenciana (0,18%) son los peor parados.Por su parte, los de País Vasco (0,03%) y Cantabria (0,06%) presentan los valores más bajos