La inversión directa en activos inmobiliarios a nivel mundial superó los 623.000 millones de euros en 2014, hasta volver a niveles de 2006, antes de la crisis, y se espera que aumente entre un 5% y un 10% adicional en 2015 gracias a la coyuntura económica, según un informe de JLL.
El estudio analiza las 30 ciudades de todo el mundo en las que se ha concentrado el 50% de los cinco billones de euros en inversiones directas en inmuebles terciarios durante la última década. El fenómeno es especialmente destacable en las ciudades de Londres, Nueva York, París y Tokio, donde se concentran uno de cada cinco dólares en inversión en inmuebles terciarios, un 19% del volumen total de inversión a escala mundial.
Colin Dyer, consejero delegado de JLL, comenta que son «optimistas sobre el impacto positivo de las inversiones en las ciudades gracias a la mejora de las prácticas financieras que se han venido aplicando y esperamos que las inversiones sigan creciendo». Se espera que la inversión inmobiliaria directa alcance el billón de euros en 2020, impulsada por un incremento del uso de fondos propios, la aparición de nuevas fuentes de capital, unos tipos de interés más bajos y un aumento de la inversión asiática.
En Europa, el crecimiento del volumen de inversión abarcó ciudades como Madrid o Dublín, en las que, hace unos pocos años, la inversión parecía imposible. En Estados Unidos y en Asia, el volumen de operaciones se trasladó a las principales ciudades, aunque algunos mercados secundarios lograron captar un mayor interés por parte de compradores nacionales de clase institucional