España es además el Estado miembro de la UE donde más rápidamente aumenta el nivel de deuda pública (6,8 puntos entre el tercer y el cuarto trimestre del año pasado), hasta situarse en el 84,2% del PIB.
En contraste, Alemania registró el año pasado un superávit del 0,2% mientras que los déficits más bajos corresponden a Estonia (-0,3%), Suecia (-0,5%) Bulgaria y Luxemburgo (-0,8%). En el conjunto de la eurozona, el déficit cayó desde el 4,2% en 2011 al 3,7% en 2012 (del 4,4% al 4% en toda la UE), mientras que el nivel de deuda pública aumentó del 87,3% al 90,6% (del 82,5% al 85,3% en la UE).
Los países de la UE con deuda más alta son Grecia (156,9%), Italia (127%), Portugal (123,6%), Irlanda (117,6%), Bélgica (99,6%) y Francia (90,2%). A finales de 2012, los niveles más bajos de deuda se registraron en Estonia (10,1%), Bulgaria (18,5%), Luxemburgo (20,8%), Rumanía (37,8%) y Suecia (38,2%).
Sin contar las ayudas a la banca (que se excluyen en el procedimiento sancionador por déficit excesivo), el déficit de España se situó en el 6,98%, tras la corrección impuesta por Eurostat a finales de marzo a la cifra del 6,7% anunciada por el presidente Mariano Rajoy en el debate sobre el Estado de la nación.
El ministerio de Hacienda atribuyó la corrección a un «cambio de criterio contable» de la oficina estadística europea, pero ésta lo negó y sostuvo que el Gobierno español había retrasado indebidamente a enero de 2013 devoluciones fiscales que deberían haberse computado en 2012.