El salón es una de las estancias más importantes de la casa. Los usos que le damos al salón en el hogar son de lo más variados, siendo los principales la reunión y el descanso. Eso sí, el hecho de tratarse de una zona polivalente lo convierten también en lugar de juego e, incluso, de trabajo. Todos estos factores hacen que la decoración del salón sea de las que más dedicación precisan. Si estás pensando en renovar tu salón y lo que quieres es un salón moderno, no dejes de leer las siguientes líneas.
Los salones modernos se caracterizan principalmente por la tendencia nórdica. Un estilo que combina el minimalismo con toques industriales y rústicos, siempre personalizados en función de cada gusto.
En el salón cada detalle importa, desde el sofá, hasta los muebles, pasando por los textiles y la iluminación.
Espacios abiertos y fusión de materiales
Los salones modernos vienen protagonizados por espacios diáfanos en los que conviven la zona de descanso con la de comedor. Estas áreas vienen marcadas por la fusión de materiales. Las tendencias apuestan por mezclar la madera con el hierro o el cuero de un sofá con el terciopelo de una manta.
Combinación de colores
En un salón de moderno es fundamental contar con un toque de color. Los muebles de salón actuales se caracterizan por líneas rectas en los que priman las maderas naturales o los lacados en blanco. Por eso, la nota de color suele venir en los textiles. Los mostazas, turquesas, grises o amarillos conviven entre negros y tonos ocres en sofás, cortinas, alfombras y tapicería en general.
Simplicidad con detalles personalizados
Un salón moderno huye de los ambientes recargados. La tónica principal es la simplicidad, recurriendo a detalles personalizados en la decoración. Desde un reloj de pared, hasta un centro de flores o marcos de fotos o cuadros.