La costa española cuenta con gran atractivo, que enamora a locales y foráneos. España goza de una excelente reputación internacional como destino turístico de costa gracias a sus playas, gastronomía, infraestructuras y servicios, así como por sus opciones de ocio. A pesar de las actuales circunstancias por el covid-19, seguro que más de uno ha soñado con empezar o terminar el día con el rumor de las olas como banda sonora. Quien más y quien menos ha fantaseado en alguna ocasión con tener una casa junto al mar, una opción que, ya sea como residencia habitual o como alternativa vacacional, resulta de lo más evocadora.
Desde este punto de vista, comprar una vivienda cerca del mar es una decisión importante. No es solo el camino para hacer realidad los sueños residenciales de muchos, sino que también puede convertirse en una fuente de ingresos interesante. ¿Dónde comprar una vivienda en la costa? ¿Cuáles son las mejores zonas para invertir en una casa junto al mar?. Las cifras dan pistas, pero en la práctica, no es lo único que hay que tener en cuenta a la hora de convertirse en propietario de una vivienda en la playa.
Antes de comprar una casa en la playa
Tomada la decisión de hacerse con una vivienda en la costa, la emoción puede llevar a querer reducir los tiempos en exceso. Sin embargo, antes de comprar una casa en la playa conviene tener claros los objetivos de la operación, empezando por determinar si la intención es convertirla en una vivienda de uso propio o si, por el contrario, responde al interés de realizar una inversión.
En función de cuál de los dos escenarios te plantees hay diferentes factores que pueden incidir en la decisión. Por ejemplo, si hablamos de una segunda residencia para uso y disfrute personal, serán las preferencias propias de cada uno las que cuenten con un mayor peso en la decisión. ¿Norte o sur? ¿Mediterráneo, Cantábrico o costa atlántica? ¿Con una o varias habitaciones? Todo dependerá de los gustos particulares de los compradores. Si por el contrario hablamos de viviendas en la playa como inversión, el asesoramiento experto puede ser el mejor aliado.
Aunque, en esencia, toda casa frente al mar comparte la singularidad que le confiere el escenario, a nivel de mercado inmobiliario, todas las costas tienen sus particularidades y muchas constituyen auténticos micromercados. Además, es importante analizar la inversión en su conjunto abordando aspectos como a cuánto asciende el mantenimiento anual, si está bien comunicado, si cuenta con las suficientes dotaciones o cuál es la rentabilidad por alquiler.
Dónde invertir
El sector inmobiliariode la costa presume de buena salud y no es ningún secreto que muchos inversores encuentran en el litoral español un interesante foco de atracción. Comprar una casa en la playa ofrece, por lo general, una rentabilidad difícil de igualar en un panorama de bajos tipos de interés. Sin embargo, la inversión no resulta igual de interesante en todas las provincias españolas.
Las islas son un destino de inversión inigualable. Canarias es una buena opción para comprar una casa frente al mar destinada al alquiler, con una rentabilidad por encima de la media. San Cristóbal de la Laguna en Tenerife, Puerto del Rosario en Fuerteventura o Santa Lucía de Tirajana en Gran Canaria son solo algunos municipios donde la inversión en vivienda frente al mar puede resultar interesante.
Baleares es otro de los escenarios seductores, aunque en los últimos años el rédito más alto se ha trasladado de la costa al interior. Sin embargo, Mallorca continúa liderando el sector y su parque de vivienda se ha convertido en objeto de deseo de un perfil protagonizado por compradores extranjeros con alto poder adquisitivo.
En la península también hay ubicaciones que muestran signos de recuperación y constituyen apuestas atractivas con las que obtener buenos rendimientos invirtiendo en primera línea de playa destinada al alquiler. La Costa del Sol no ha perdido su empuje, y al igual que la Costa Brava, es una zona consolidada. En la Costa de Valencia y la Costa Blanca también hay poblaciones muy prometedoras, además de las tradicionales. Lo mismo ocurre con el Cantábrico y la costa atlántica en su totalidad.
Por qué comprar una casa en la playa
La rentabilidad es un factor importante a la hora de elegir una vivienda en la costa, sobre todo, si el fin último de la operación es obtener un rendimiento a través del alquiler. No obstante, más allá de los réditos económicos, la idea de comprar una casa en la playa resulta atractiva por otras cuestiones. Vivir junto al mar tiene incontables beneficios para la salud. Además, si hablamos de números, las cuentas son favorables.
Si bien es cierto que, en muchos casos, los precios de las viviendas en el litoral son más caros que la media en ciudades el interior y eso, en definitiva, supone una menor rentabilidad, no todo es negativo. Los destinos de playa también son sinónimo, más allá de las circunstancias actuales, de actividad económica, turismo, empleo e inversores de modo que, en la práctica, comprar una segunda residencia en primera línea de playa entrañaría menos riesgos.