El mercado hipotecario en España está, actualmente, sometido a fuerzas contrapuestas que hacen complicado prever cómo evolucionará en los próximos meses. Por un lado, hay que considerar los tipos de interés, cuyos mínimos históricos promueven la solicitud de préstamos. Sin embargo, por otro lado, tenemos la situación derivada de la crisis sanitaria, que ha debilitado el empleo, lo que hace que las entidades financieras sean más prudentes con el fin de evitar morosidades futuras.
Tipos de interés
Por el lado de los tipos de interés, se van a cumplir cinco años desde que el Banco Central Europeo (BCE) los fijó en el 0%. Este hecho se ha unido a los diferentes estímulos que el instituto emisor ha puesto en marcha para fomentar la financiación a familias y empresas. Ambas acciones han llevado al Euríbor, principal índice de referencia en España para las hipotecas variables, a encadenar tasas negativas, lo que ha permitido a los hipotecados reducir su cuota mensual en la mayoría de los casos. Así, el Euríbor cerró enero con una tasa mensual del -0,505%. La banca ha sido la gran perjudicada, dado que sus márgenes de beneficio se han visto mermados. Es por ello que han tratado de volver a dar lustre a la hipoteca fija.
Hipotecas fijas y variables
En principio, la hipoteca a tipo fijo era vista por el comprador como una forma de pagar más por lo mismo. Si bien es cierto que esta clase de préstamos han rebajado su interés, una hipoteca variable sigue siendo más atractiva. Sin embargo, en un contexto de incertidumbre frente a las posibles dificultades que puedan venir en un futuro, el hipotecario se vuelve temeroso ante los vaivenes del mercado, optando por ser conservador y por tener una cuota que no varíe. Esta prudencia ha logrado que el porcentaje de hipotecas variables en España, que llegó superar el 90%, actualmente sea de alrededor de la mitad del total. Sin ir más lejos, la última estadística del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondiente al mes de noviembre, revela que el 50,8% de las hipotecas sobre viviendas constituidas durante este mes lo hicieron a tipo variable y el 49,2% a tipo fijo. Además, el 20,4% de los cambios de condiciones realizados en las hipotecas en el undécimo mes de 2020 se debieron a modificaciones en los tipos de interés, de variable a fijo principalmente.
Morosidad
Pero más allá de lo atractivos que resulten los tipos de interés para contratar una hipoteca, ya sea fija o variable, lo cierto es que la otra cara de la moneda hay que buscarla en la situación financiera que viven las familias españolas en estos momentos. La destrucción del empleo augura nuevos picos de morosidad cuando termine la moratoria del Gobierno y se desinflen las ayudas. Si bien es cierto que los fondos europeos sostendrán la economía, la banca entiende que debe ser menos permisiva y revisar con mucho más ahínco la capacidad de endeudamiento de todos los que acudan a las sucursales en busca de financiación para la compra de vivienda. Esta rigidez podría pasar factura al mercado hipotecario en 2021. En cualquier caso, Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, se muestra prudente: “En un periodo de incertidumbre tan acusada como el actual deberemos esperar cómo el mercado deja atrás la segunda ola y recibe el impacto de la tercera, a la espera que la vacuna ofrezca la estabilidad necesaria dentro del mercado hipotecario”.