Con el foco de la actualidad del país puesto sobre una segunda oleada del coronavirus, las dudas sobre si es un buen momento para poner en venta una vivienda asaltan a los propietarios.
Por una parte, la oferta está creciendo. Hay nuevos activos que proceden de, lamentablemente, ciudadanos mayores que han fallecido debido a la Covid-19. También hay inmuebles de algunos empresarios, bien porque han visto cómo su negocio tenía que echar el cierre y buscan una forma de salir adelante, bien porque necesitan liquidez con el fin de hacerlo reflotar y seguir en la brecha. Sin embargo, la buena noticia es que parte de la demanda también se está incrementando.
Obviamente, no hablamos de los potenciales compradores que, ante una situación laboral incierta, están retrasando sus planes inmobiliarios. Se trataría de personas a las que a nivel de empleo la crisis sanitaria no les haya afectado, así como inversores a la búsqueda de oportunidades que reformar y poner en alquiler o revender. El verdadero problema de poner una casa en venta en estos momentos es que el mercado va a la baja y es muy posible que el precio que podría sacarse por la propiedad no se acerque al que manejamos en nuestras previsiones menos optimistas.
La opinión de los expertos
Según Ferran Font, director de estudios de pisos.com, la mejor estrategia es acudir a un profesional de la intermediación inmobiliaria para que nos diga cuánto podríamos pedir.
En caso de que la cifra no cubra nuestras necesidades, lo mejor es esperar tiempos mejores, pero si tenemos cierta urgencia, por ejemplo, porque tenemos que comprar otra casa, hay que hacer números. Casi con total seguridad la cantidad sugerida por el agente no generará una ganancia patrimonial elevada, pero si sirve de sobra para cubrir gastos y financiar parte de la vivienda de reposición, no debemos desestimar. Lo importante es centrarse en ese precio de mercado. Tratar de forzar una cantidad más alta podría ahuyentar a los compradores que realmente quieren adquirir una casa y terminar quemando la vivienda, lo que haría que la demanda acabará por pensar que la vivienda tienen algún problema y por eso no se vende.
Seguramente, nos llegarán contraofertas agresivas por parte de oportunistas que tratan de sacar rédito en un momento tan crítico como este. No debemos tomarlas en serio y pensar que la vivienda está sobrevalorada porque, al fin y al cabo, se trata de descuentos que no son acordes a la situación del mercado.
Consejos para vender una casa
Si estamos decididos a vender una casa ahora, además de poner acento en el precio, debemos tener en cuenta otra serie de aspectos que nos ayudarán a cerrar la operación con mayor rapidez.
De puertas adentro, es esencial que la vivienda aparezca ante los ojos de las visitas como el lugar al que querrían mudarse mañana mismo. Para transmitir esa sensación, nada mejor que hacer una limpieza a fondo y despersonalizar las estancias, retirando objetos personales, recuerdos, fotos… La decoración, cuanto más neutra mejor, prestando atención a la iluminación natural colocando cortinas finas y realizando cualquier reparación menor que requiera la vivienda, como fugas en el baño, humedades en la pared, baldosas rotas, etc.
Si tenemos jardín o terraza, hay que preocuparse de que el aspecto sea inmejorable, ya que los espacios exteriores han cobrado una gran relevancia durante la pandemia.
Por último, hay que facilitarle los trámites lo máximo posible, teniendo todo el papeleo listo para poder formalizar la compra en tiempo récord.