El informe ‘Mercado Residencial en España 2020’, realizado por la consultora inmobiliaria CBRE, prevé una moderación en los precios de la vivienda. Eso sí, puntualiza en que estas moderaciones serán asimétricas por ubicaciones y diferenciadas entre vivienda nueva y de segunda mano. En concreto, la compañía de servicios inmobiliarios, apunta a una moderación de los precios de la vivienda nueva de entre el 2% y el 4% este año y del entorno del 6% o 7% en el caso de la vivienda de segunda mano.
El director nacional de producto residencial y suelo de CBRE España, Samuel Población, ha señalado que la incertidumbre económica que se ha instalado desde el mes de marzo de 2020, debido al impacto de la crisis sanitaria del coronavirus, podría generar una disminución en el volumen total de transacciones de en torno al 20% o al 25% respecto al año anterior, incluyendo obra nueva y segunda mano, rondando la cifra de 450.000 o de 425.000 unidades.
Precio de la vivienda
Población ha explicado que el impacto del coronavirus en precios dependerá de la ubicación, del perfil y de la tipología de producto y que es previsible que la obra nueva residencial «apenas sufra reajustes o estos sean testimoniales en 2020, pues se trata de proyectos con gran porcentaje de pre-ventas realizadas».
Población ha resaltado que «se espera una senda de estabilidad con una repercusión asimétrica, tal y como estaba respondiendo el mercado en este nuevo ciclo».
En este sentido, ve previsible un mayor impacto en la segunda mano que en la obra nueva.
Ubicaciones
En cuanto a primera y segunda residencia, cree que se verá un menor impacto en mercados como Madrid y Barcelona mientras que aquellas ubicaciones con mayor peso de vivienda vacacional (Costa del Sol, Levante, Canarias, Baleares) se verán más afectadas.
Respecto a 2019, CBRE apunta que la tasa de crecimiento fue del 3,6%, tres puntos menos que en 2018, «lo que indica un crecimiento menos intenso al observado en los años precedentes».
En cuanto al precio por provincias, se observaron dos mercados. Por un lado, se situaron las principales provincias con precios ya tensionados como Baleares, Madrid, Vizcaya, Málaga y Barcelona, que registraron un crecimiento inferior al 8% y, por otro lado, provincias como Lugo, Palencia, Teruel, Ourense, Lleida, Albacete y Castellón, que tuvieron crecimientos promedios por encima del 10%.