Si algo positivo ha traído la pandemia ha sido la llegada de nuevos vecinos a la España vaciada. El confinamiento sacó a la luz numerosas necesidades en materia de vivienda y convivencia, y concedió mucho tiempo para pensar y meditar cambios de vida. Las semanas de encierro por el coronavirus trajeron consigo reflexiones que se transformaron en nuevos hábitos con la desescalada. Una de las principales consecuencias de la crisis del coronavirus está siendo el éxodo de muchas personas de las ciudades al extrarradio o, incluso, a pequeñas poblaciones alejadas del ruido y de las prisas. En esta tendencia cobran especial protagonismo aquellos pueblos que antes estaban olvidados y que ahora se han convertido en foco de atención para muchos.
La España vaciada ha adquirido un protagonismo especial para todos aquellos que quieren vivir con tranquilidad y en contacto con la naturaleza. El auge del teletrabajo, como consecuencia de la pandemia, también ha jugado un papel fundamental. Esta modalidad de trabajo, la cual permite a numerosos profesionales desempeñar sus tareas desde cualquier punto con una buena conexión a internet, ha sido otro punto a favor para cambiar de residencia.
A la hora de buscar casa en la España vaciada las prioridades son claras. Todo aquel que emigra de la ciudad al pueblo busca casas con jardín o salidas al exterior, en las que primen las estancias amplias y la luminosidad. El entorno natural es otro aspecto determinante que hace que la balanza se incline por una existencia más rural.
Teniendo en cuenta estos criterios, la oferta de vivienda en la España vaciada es de lo más amplia y variada. Por lo general, se pueden encontrar casas de lo más económicas, listas para entrar a vivir y con todas las comodidades. Por otro lado, existen auténticas oportunidades en las que dar vía libre a la imaginación mediante la ejecución de reformas. En último lugar, aparecen interesantes inmuebles en los que poner en marcha establecimientos de hostelería como hoteles o casas rurales.
Las oportunidades de cambiar de vida que ofrece la España vaciada son numerosas. La mayoría de provincias españolas cuenta con esas zonas más alejadas y, por tanto, más olvidadas en las que poder comenzar una nueva etapa. Casas de pueblo, viviendas adosadas o acogedores apartamentos esperan a todo aquel que esté ansioso por dar un giro a su vida.