El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa ha abogado porque los salarios se adapten a la actual coyuntura económica, asegurando este miércoles que el crecimiento nominal de los salarios se ha reducido en los últimos meses, aunque lo ha hecho en «mucha menor medida» que la inflación, por lo que consideró «deseable» que la evolución salarial también contribuya a la mejora de la competitividad, según informa Europa Press.
Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos, Campa recordó que los salarios reales han pasado de crecer un 2,3% en 2008 a un 5,1% en la primera mitad del año, mientras que la inflación empezó a registrar valores negativos en marzo, que han empezado a moderarse en los últimos meses y que lo seguirán haciendo en el futuro hasta cerrar el año en cifras positivas. Según Campa, ante un cuadro macroeconómico como el actual, con una inflación muy moderada «y un crecimiento económico incluso negativo, es importante que los salarios reflejen también ese comportamiento». ¿Quiere esto decir que nos bajarán los salarios?
Situación de la actividad
Sobre la evolución de la economía, Campa aseguró que se está observando cierta «moderación» en el ritmo de deterioro de la actividad y el empleo, datos que, según indicó, están recogidos en las previsiones sobre las que se ha realizado el Presupuesto del año que viene.
Según Campa, este cuadro macroeconómico está sujeto a riesgos globales, pero cuenta con unas previsiones «prudentes» porque reflejan de forma equilibrada las oportunidades, las fortalezas, los riesgos y las dificultades que afronta la economía española.
Por otro lado, el secretario de Estado resaltó la importancia de no retirar demasiado pronto las medidas fiscales y de apoyo al sistema financiero, así como la necesidad de profundizar en los procesos de reordenamiento global durante la estrategia de salida.
En el panorama internacional, Campa aseguró que ya hay cifras que comienzan a apuntar a una recuperación que será «lenta» porque es aún muy dependiente de las medidas de apoyo, por lo que es necesario mantener la «prudencia» a la hora de valorar los progresos recientes.
