La actividad inmobiliaria es uno de los grandes activos de la economía española. Por eso, las perspectivas de prolongación de la fase expansiva de dicho sector arrojan unas tasas de crecimiento superiores a las de la eurozona. El mercado de compraventa y alquiler de oficinas está detrás de estos buenos datos, tal y como se desprende del estudio ‘Market Outlook 2020’, elaborado anualmente por la firma internacional de consultoría y servicios inmobiliarios CBRE.
Ante este escenario, el mercado de oficinas, que en 2019 acaparó un tercio de la inversión total en inmobiliario (3.719 millones de euros), se mantendrá «muy dinámico» y seguirá entre los favoritos, dado el recorrido de rentas que aún presenta.
Los niveles de disponibilidad de superficie de oficina se encuentran en su punto más bajo de los últimos diez años y se espera que sigan descendiendo en 2020, aunque a un ritmo menor, gracias a la salida de producto nuevo. En concreto, en Madrid se completarán 303.000 metros cuadrados este año y en Barcelona se añadirán otros 92.000, de los cuales la mitad ya están prealquilados.
Bajada de los tipos de interés
La alta actividad del sector inmobiliario en España en 2020 viene aupada también por la bajada de los tipos de interés. En un momento de elevada liquidez en el mercado, favorece la inversión en inmobiliario ya que el capital busca compensar la baja rentabilidad de las inversiones financieras de bajo riesgo, es decir, los bonos soberanos.