La caída del precio de los pisos en las playas de Marbella, Palma de Mallorca o Benidorm, antaño refugio de nuestros mayores, está provocando que muchos jubilados no puedan vender sus inmuebles, comprados como inversión. El metro cuadrado se paga ahora en estas costas a 2.300 euros de media, según datos de la Sociedad de Tasación, cuando en algunas localidades llegó a pagarse a 4.000 euros.
Pero, al margen del bajo precio, no se puede vender porque no hay demanda. Ante esta situación, la hipoteca inversa se perfila como una buena solución para los jubilados que necesitan liquidez pero no quieren malvender sus pisos.
La hipoteca inversa ¿De qué estamos hablando?
Precisamente, la vivienda en la costa es la que está sufriendo la crisis actual con mayor virulencia. La hipoteca inversa es un préstamo con garantía hipotecaria dirigido a personas mayores de 65 años o dependientes cuya principal característica es que la entidad financiera paga una cantidad mensual garantizada temporal o de forma vitalicia al titular, sin que éste ni sus herederos pierdan la propiedad de su vivienda, según explican desde la revista Consumer.