Poner precio a un alquiler no es fácil. Muchos propietarios dudan sobre la cantidad a la que deben alquilar su vivienda para no perder dinero y lograr, a la vez, los mejores inquilinos.
Los principales factores que determinan el valor de un alojamiento son su situación, la ubicación y los metros de la misma. Sin embargo, existen otros parámetros que se deben tener en cuenta a la hora de estipular el precio.
Uno de los factores más determinantes para marcar un precio es la zona donde se encuentra la vivienda ya que esto supone, aproximadamente, un 40% del valor del alquiler. Por norma general, las viviendas céntricas suelen ser más caras que el resto. Muchos inquilinos prefieren la comodidad que da vivir en el centro de las ciudades frente a otros detalles como el estado de la vivienda. No obstante, dentro de un mismo barrio o distrito pueden darse muchas diferencia de precio, por eso lo primero que debe hacer un propietario es informarse sobre cuánto cuesta alquilar una vivienda de similares características a la suya en su misma zona para hacerse una idea del precio medio.
Los metros de la vivienda también son importantes a la hora de fijar el alquiler dado que se calcula que, aproximadamente, el 30% del precio puede corresponder al espacio del que dispone el inmueble. Si la vivienda a alquilar está por encima de la media del barrio, el piso costará más ya que los precios de alquiler habitualmente se fijan por los metros cuadrados y los metros útiles de los que dispone.
El estado de la vivienda puede hacer que se tenga que rebajar o subir el precio. Por ejemplo, si has actualizado tu inmueble deberás reflejarlo en el precio, incrementándolo en torno a un 10%. Esto también se aplica si has renovado las instalaciones como el agua, el suelo, las paredes…por el contrario, si tu vivienda se encuentra en peores condiciones que las del resto que se alquilan por tu zona, tendrás que rebajar el precio, entre un 3% y un 5% como mínimo.
Habitualmente, las viviendas exteriores se pagan más caras que las interiores. A la hora de fijar el precio del alquiler también se debe tener en cuenta la planta en la que se encuentra la vivienda, si se trata de un edificio, y las vistas. De media, se calcula que un ático cuesta un 10% más que el resto de viviendas del mismo bloque.
Los servicios extra de la vivienda como, por ejemplo, ascensor, portero, piscina, garaje…suponen un valor añadido por lo que el alquiler del inmueble puede crecer en torno a un 5% o 10%.
La demanda de inquilinos también es importante. Que el barrio donde se encuentra la vivienda sea de los más demandados también influye al alza en el precio. Aun si la vivienda no dispone de grandes comodidades o extra, una elevada demanda permite a los propietarios alquilar a precios un poco más elevados.
Por el contrario, si el objetivo es alquilar rápido el inmueble lo más recomendable es bajar un poco el precio y que éste se encuentre por debajo de la media. Así llamarás la atención de los potenciales inquilinos.