El estallido de una burbuja inmobiliaria se asocia a más de dos tercios de las últimas crisis bancarias. Es uno de los datos con los que el Fondo Monetario Internacional (FMI) alerta sobre la subida de la vivienda en buena parte del mundo.
“El precio de la vivienda vuelve a subir, ¿es eso un motivo de alegría o estamos viendo la misma película de nuevo? Hay que recordar que después de una larga década de crecimiento, los precios comenzaron a bajar en 2006, primero en Estados Unidos y después en el resto del mundo, contribuyendo a la crisis mundial de 2008-2009”, apunta Min Zhu, subdirector general del Fondo. La institución estrena una página web especial (The Global House Price Watch) que utilizará a modo de observatorio mundial del mercado inmobiliario.
“El sector inmobiliario es esencial para la economía de cualquier país y tiene implicaciones sistémicas”, explica el FMI. Ahora según el Fondo, los precios se han disparado en demasiados países, y es una sombra sobre la recuperación económica mundial.
El motivo es claro: con la recesión global, los bancos centrales redujeron las tasas de interés a mínimos históricos. Como consecuencia, los precios volvieron en economías tan diversas como la de Hong Kong o Israel.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) señala un peligro especial en economías emergentes como Filipinas, China y Brasil. Reino Unido Estados Unidos, Australia, Bélgica, Canadá, Noruega y Suecia también se encuentran en la ‘lista’ de riesgo del FMI.
Con informaciones propias y de la OCDE, el FMI ha realizado un barómetro en el que señala los países en los que el precio de la vivienda es, proporcionalmente, demasiado alto para los salarios medios.
Con esa comparativa, el mercado inmobiliario más barato del mundo sería el de Japón, donde la vivienda cuesta un 41% menos que su media histórica, con respecto al salario.
La institución señala que en los países del sur de Europa, más afectados por la crisis, también hay bajadas: un 7% en Grecia respecto a hace un año, un 6,6% en Italia y un 5% en España.
Así, nuestro país, todavía se recupera del estallido de su burbuja, que arrastró como un juego de dominó al resto de los sectores. La caída se debió, como apuntaba Deutsche Bank en un reciente informe, a que no se produjo un crecimiento sostenible en los años de bonanza. Se “confundió un sobrecalentamiento alimentado por el crédito y que generó puestos de trabajo, con un crecimiento real del PIB”. Con el derrumbe de la construcción en más del 50%, esos trabajos se ‘esfumaron’.
En nuestro país, la construcción llegó a tener un peso del 13% sobre el PIB en el 2006, prácticamente lo mismo que el sector industrial. Una cifra colosal si se tiene en cuenta que en los 90 representaba el 7% del PIB y que en 2014, según el Instituto Tecnológico de la Construcción de Catalunya (ITeC), se rebajará a niveles del 6,7%.
Con todo, España se mantiene como el segundo país de Europa con más viviendas en propiedad. 8 de cada 10 familias son «propietarias». Una media que en Europa únicamente consiguen superar los Noruegos (8,5 sobre 10).
En base a datos del Banco de España, se calcula que las familias españolas destinan el salario bruto anual familiar de 5,8 años para pagar el precio total de su hogar. Una cifra que se ha rebajado con la crisis: en 2007 las familias tenían que destinar sus sueldos durante un total de 7,7 años para terminar de pagar la hipoteca. A pesar de la mejora, todavía nos encontramos por encima de la media mundial, que es de entre 3,8 y 4 años de salario. En Alemania, por ejemplo, es de 4 años.
Con respecto al barómetro del FMI, también se mantiene una brecha del 9% entre vivienda y sueldos. Comparativamente con otros países, España ya no estaría en tan mala posición porque Bélgica marca un desajuste entre precio inmobiliarioy salarios, del 49%.
La mejora podría reflejar el fin del ciclo recesivo. Así, en el primer trimestre del año se registró la menor caída del precio de la vivienda en cuatro años. El descenso fue del 1,6 % frente al mismo periodo del año anterior.